La recesión pasa desapercibida
La inversión mantiene posiciones a la espera de la bajada de tipos
Los inversores han soportado el chaparrón de malos datos económicos con el argumento de que todo estaba prácticamente descontado y, a pesar de que el momento del inicio de la recuperación económica se retrasa un poco más, el Ibex 35 cierra con una subida semanal del 1,47% y poco negocio.
El aluvión de malos datos económicos que se han dado a conocer a lo largo de la semana apenas ha hecho mella en el ánimo de los inversores, que han aguantado sus posiciones en los mercados sin acusar recibo de esta nueva vuelta de tuerca en el deterioro de la situación económica. Un lugar destacable entre esos malos datos lo ocupan la entrada de Alemania y Holanda en recesión y la contracción de la economía italiana, que han dado lugar a un crecimiento nulo en la eurozona.
Junto con esos indicadores económicos se han publicado numerosos resultados empresariales que, en conjunto, también ofrecen un perfil negativo de la coyuntura.
En los mercados de valores, sin embargo, apenas se han producido reacciones y los índices terminan la semana con ligeras subidas, como dando a entender que todo estaba prácticamente descontado y que, por el momento, no hay motivos para la alarma.
El Ibex 35 termina esta semana con un avance del 1,47% que escapa a toda lógica, pero los inversores han adoptado la decisión de no malvender sus acciones y esperar acontecimientos, ya que empieza a darse un amplio consenso sobre la inevitable bajada de los tipos de interés por parte del BCE ahora que se confirma la entrada en recesión del motor económico de la eurozona y que la inflación bajó tres décimas en abril, hasta el 2,1%.
La apuesta no carece de riesgos, ya que con una economía estancada y sin fecha para el inicio de la posible reactivación, un nuevo descenso de los tipos de interés parece poco argumento para oponerlo a la enorme desconfianza de consumidores, empresarios e inversores, pero es necesario tener un punto en el que fijar la vista para no perder el norte.
Las reacciones ante los resultados empresariales sólo se han producido cuando las cuentas han sido mucho peores de lo que se esperaba y han llevado los resultados,además, a números rojos. Las grandes empresas confirmaron que, comparativamente, ganaron mucho más que el año pasado, pero los analistas han llamado la atención sobre algunos descensos en las fuentes de ingresos tradicionales, lo que podría trasladarse a sus recomendaciones a medio plazo.
Por el momento, la interpretación más o menos benevolente de esta coyuntura ha llevado a los inversores a mantener sus posiciones en el mercado sin apenas variaciones, siendo esta la única apuesta de futuro que parecen decididos a efectuar.
El resto, dependerá de las decisiones que puedan tomar a partir de ahora las autoridades monetarias de la UE y de Estados Unidos.
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