Zapatero asegura que cuando él gobierne no aprobará medidas sociales en plena campaña

Al secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, no le parece decoroso que el Gobierno apruebe en plena campaña electoral medidas de carácter social, tal y como hizo anteayer sobre familias numerosas y discapacitados. "Aznar ha convertido el Consejo de Ministros en el Comité Electoral del PP. Cuando gobernemos en 2004, en plena campaña no se aprobarán leyes de contenido social", anunció Zapatero en Sevilla. En el ecuador de su campaña, el líder socialista animó a los suyos, convencido de que el 25 de mayo "el pueblo va a decir que se cambie el rumbo del país".

Una vez zanjado con tres frases el capítulo de los atentados en Marruecos, el líder socialista encauzó el mitin sevillano con grandes elogios al alcalde de la ciudad, Alfredo Sánchez Monteseirín, y ensalzó la labor del presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, quienes momentos antes habían desgranado sus principales proyectos para la capital andaluza.

En lo único en lo que Zapatero no está dispuesto a polemizar con el Gobierno es en el asunto del terrorismo. En todo lo demás el líder socialista es muy duro, y cada día que pasa lo es un poco más. Ayer criticó la última decisión de Aznar, que considera rechazable: las medidas aprobadas en Consejo de Ministros. "Aznar ha tenido tres años para aprobar esas medidas, y cuatro antes, y no lo ha hecho, dejando, por ejemplo, a los discapacitados con 20 años de retraso en el reconocimiento de sus derechos".

El líder del PSOE tuvo que subir la voz y concatenar frase tras frase sin pausa, al escucharse en el recinto voces de cierto tumulto y pensar que alguien trataba de reventar el acto. Hubo carreras de los servicios de seguridad. Pronto se supo que se trataba de la protesta de un grupo de trabajadoras, cuya empresa de limpieza se encuentra en crisis.

Tras unos minutos de barullo todo continuó en calma. Ahora bien, la pésima acústica del lugar, el Palacio de Exposiciones de Sevilla, con sensación permanente de eco y reverberación, invitaba a la desatención, lo que se tradujo en que las personas de las filas de atrás abandonaran su silla para ir a degustar bebidas y bocadillos a pocos metros de la destartalada sala, algo así como un hangar que se utiliza habitualmente para ferias.

Pero el líder socialista, aparentemente sin saber muy bien por qué había tanto ruido, desgranó sin pausa reproche tras reproche a las políticas y las actitudes del presidente del Gobierno.

No le gustó a Zapatero, aunque se haya quejado tres días después, que Aznar advierta a los españoles de que si gobiernan el PSOE e Izquierda Unida volverá la España negra. "El señor Aznar no sabe que España no es ni negra, ni roja, ni azul, sino que tiene el color de la democracia", aseguró.

Miedo

A continuación indicó que su partido no le da miedo a nadie porque nació para defender la justicia social, y en ese interés continúa: "Sólo quien tiene miedo difunde miedo y sólo quien tiene ilusión, transmite futuro".

La ineficacia en la gestión fue otro de los asuntos que ayer trató Zapatero para zaherir al PP. Y puso como ejemplo las dificultades para construir la línea del AVE Madrid-Barcelona. Por el contrario, alabó la gestión de Felipe González, en la que incluyó la puesta en marcha del AVE a Sevilla, "un AVE que sí funciona". "Pero a diferencia del PP, nosotros, cuando Aznar se vaya, respetaremos las cosas que haya hecho bien y las reconoceremos", prometió.

También con varios días de retraso desde que Aznar alertara sobre el peligro de las pensiones con un Gobierno del PSOE, Zapatero habló de "otras pensiones". "Ésas que se llevaron los directivos de Telefónica, entre ellos, algún amigo de Aznar, en las llamadas stock options [opciones sobre acciones]".

El remate del acto electoral fue mitinero en su expresión más clásica: pronunciamientos de proclamas y lemas, estableciendo un juego entre lo que es futuro y lo que fue el pasado. Como es obvio, el primero lo marcarán los socialistas y el segundo corresponderá al PP.

"El domingo se vota entre avance o retroceso, entre el respeto a la gente o la intolerancia, entre respetar todos los derechos de los trabajadores o negárselos". En la defensa de los trabajadores se centró también Zapatero para asegurar que "nunca, nunca" se podrá contar con él para "flexibilizar el despido" o recortar derechos laborales.

Y un broche también amable: "El 25 de mayo el pueblo va a decir que quiere cambiar el rumbo del país y ponerlo en manos del PSOE".

Desde Sevilla partió hacia San Sebastián para apoyar las candidaturas de sus compañeros guipuzcoanos, y singularmente a Odón Elorza para la alcaldía de la capital donostiarra.