El disputado voto de 228.000 andaluces
PP y PSPV no querían perderse la visita a la Feria de Primavera que se celebra en Aldaia
Después de la resaca de la sevillana Feria de Abril, los andaluces residentes en la Comunidad Valenciana organizan desde hace 11 años la llamada Feria Andaluza de Primavera. Se montan casetas, se toman finos, se picotea un poco de jamón, unas olivitas, se bailan sevillanas y se disfruta de la compañía. Son 228.906 los andaluces de carnet que viven en tierras valencianas, según el Instituto Valenciano de Estadística, prácticamente todos con derecho a voto, y sin contar a su descendencia y a sus familiares. Un bocado muy jugoso, al que los políticos siempre intentan hincarle el diente. Ayer, la Feria, instalada en centro comercial de Bonaire, en Aldaia, contó con la asistencia del candidato del PP a la Generalitat, Francisco Camps, y en teoría el del PSPV, Joan Ignasi Pla, que tenía previsto visitarla. También del ministro de Trabajo, Eduardo Zaplana, pero tras una larga espera, el PP excusó su ausencia.
En la Comunidad Valenciana existen 44 casas culturales andaluzas
El PP y el PSPV se vuelcan en la celebración en la recta final de la campaña
Los políticos populares fueron invitados por el Ayuntamiento de Mislata, gobernado por Manuel Corredor, del PP, y los socialistas por el Ayuntamiento de Aldaia, dirigido por Empar Navarro, del PSPV, a las casas andaluzas de las respectivas poblaciones. Los primeros comieron y los segundos habiando que cenarían allí. Pero hubo cambio de planes. Pla tenía previsto llegar para los postres debido a que se comprometió a dar ayer por la noche el mitin suspendido por la lluvia en Gandia el viernes. Al final no llegó a Aldaia por un retraso en Gandia.
"Es normal que los políticos quieran venir: estamos en elecciones", comentaba el secretario general de la Federación de Entidades Culturales Andaluzas (FECA) valenciana, Juan Antonio Espigares. Pero la FECA es imparcial y en las visitas de los políticos es una invitada más, especificaba su presidente Luis Domingo de Alarcón.
"Están buscando el voto. Es normal, todos tienen hambre", comenta Manolo, quien dice que no quiere saber nada de Zaplana. "Pla nos tira mucho más, eso es fijo. Como buen andaluz soy del PSOE", añade mientras se ríe, apura la caña y mira a sus amigos. Uno de ellos, el malagueño Cristóbal no tiene nada claro su voto. "La verdad es que hace 10 años que no voto", comenta. 28 años lleva la cordobesa Viky viviendo en Valencia. Señala que quizá los políticos deberían dejarse ver a más a menudo que en las citas con prisas electorales como ésta. Ella declina definirse políticamentente, recuerda que "Felipe [González] arrastraba a mucha gente y que ahora la situación ha cambiado un poco, si bien todavía pesa". Una opinión que comparte Espigueras: "El 60 o 70% de los andaluces valencianos son socialistas, pero eso ha bajado bastante". Los que no vienen por la Feria son los del Bloc o los de Unió Valenciana, porque saben que no tienen nada que hacer, agrega.
Con el estrecho margen con que se decidirá el próximo presidente de la Generalitat, no hay que desperdiciar ningún voto, y menos de un colectivo tan importante. No en vano, ya en el pasado Día de Andalucía, que se celebró el 24 de febrero en la plaza de toros de Valencia, hubo un desembarco mayor que otras veces de políticos. Asistieron Camps, Zaplana, el presidente de la Generalitat, José Luis Olivas, el presidente andaluz, el socialista Manuel Chaves y Pla.
La relación entre las instituciones y las entidades andaluzas siempre ha sido buena. La Generalitat compró y donó una virgen del Rocío, que costó 12.000 euros. La Junta andaluza regaló las andas para portarla, y recientemente la Generalitat ha añadido un "precioso" mantón, apostillaba el secretario de la FECA. En los próximos días se renovará el convenio con las 44 casas culturales andaluzas que se sustancia en unas ayudas a cada una de alrededor de 900 euros.
La buena calidad de la integración de los andaluces y de la acogida de los valencianos fue resaltada ayer por todo los consultados, incluyendo a Camps y Pla, que la relataron. La reina de la FECA, Rocío Gabriela, es un buen ejemplo de ello. Hija de andaluza y valenciano es, además de reina de los andaluces-valencianos, fallera de la Fonteta. "Es normal que los políticos vengan por aquí, aunque yo no me defino", comentaba antes de acompañar a Camps a dar un paseíllo por las casetas.
Durante la misma, algunos andaluces que tapeaban en una de las casetas elevaron sus voces para que se escuchara su protesta por la "invasión de políticos en una fiesta popular". "Sólo quiere los votos", decía el sevillano José, al tiempo que criticaba las múltiples pegatinas y chapas (el PP con el agua, rezan muchas de ellas) que llevaban los componentes de la comitiva de Camps. "¿Han pagado, han pagado?, preguntaba Ramón al respecto del fino y la tapita que se habían tomado.
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