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Reportaje:

La Festa de la Diversitat vuelve al Moll de la Fusta

El Moll de la Fusta de Barcelona acoge este fin de semana la undécima edición de la Festa de la Diversitat

La mañana fue fría y poco concurrida en el Moll de la Fusta de Barcelona; pero cuando a primera hora de la tarde asomó el sol, los incondicionales volvieron un año más a la Festa de la Diversitat. La de este fin de semana es ya la decimoprimera edición de una celebración que lleva años buscando acercar la realidad de los inmigrantes y sus países de origen a los barceloneses.

Un centenar de casetas de asociaciones llenan desde el viernes por la tarde hasta hoy por la noche el recinto, que este año es un poco más reducido que en otras ediciones, según se quejaban ayer algunos de los asistentes. Una carpa de cine, otra destinada a los debates, tres escenarios y color, mucho color, acompañado de la músicas y los aromas de manjares de todos los rincones del mundo, completan el paisaje de la fiesta.

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Mojitos caribeños a tres euros, arepas colombianas, arroces filipinos o bigos -un plato típico polaco- a dos euros, shawarmas de Pakistán a 3,5 euros... La comida es uno de los elementos que, junto con la artesanía, triunfa año tras otro en la Festa de la Diversitat. Entre la amplia oferta no faltaba ayer la Mecca-Cola, una versión de la bebida norteamericana por excelencia que han creado un grupo de ciudadanos originarios de Túnez afincados en Francia. Ayer se podía comprar a un euro la botella. Y se vendía, puesto que muchos de los tenderetes del recinto se habían adherido a la campaña Boicot Preventivo, que insta a no consumir productos de las principales multinacionales norteamericanas en señal de protesta contra la guerra de Irak.

En el espacio infantil, los participantes más pequeños se podían pintar la cara en la iniciativa llamada Da color a tu cara, dibujar respondiendo a la pregunta ¿Qué pintas en el mundo? o confeccionar móviles de papel según la propuesta Busquemos la estabilidad del planeta. Entre los participantes en este espacio se contaban ayer por decenas los niños procedentes de otros países, como China, Ecuador y Nepal, y adoptados por familias catalanas. "Antes de tener al niño no faltábamos ningún año a la fiesta, pero ahora lo hacemos todavía con más razón", explicaba José Luis Montes, padre de un niño indio.

Para los mayores, la organización proponía un juego que consistía en ponerse en la piel de ciudadanos senegaleses, ecuatorianos o venezolanos e intentar entrar en una especie de cubo que representaba Europa. Para ello, los participantes disponían de tres puertas correspondientes a otras tantas opciones: entrar a escondidas, ponerse en manos de una mafia o solicitar un inexistente permiso. El juego siempre terminaba igual: por la puerta de las expulsiones.

La Festa de la Diversitat es fundamentalmente eso: una fiesta, aunque con marcado carácter reivindicativo. En esta ocasión, en plena campaña electoral, la organización reivindica el derecho al voto para los inmigrantes extracomunitarios, algo sobre lo que la organización ha pedido que se pronuncien los grupos políticos, "sin obtener una respuesta firme", lamentaba ayer la portavoz de SOS Racisme, Núria Vives. La portavoz expresó también su preocupación por el empeoramiento de la situación de los inmigrantes irregulares: "En poco tiempo han pasado a de ser vistos como víctimas de una ley que no abre vías legales de entrada a ser considerados culpables de su propia situación".

Entre los marroquíes asistentes a la fiesta ayer también planearon los atentados del viernes por la noche en Casablanca. "Es espeluznante y estamos muy preocupados porque estos atentados representarán un problema añadido, tanto dentro de Marruecos, donde siempre se ha rechazado el terrorismo, como para los que vivimos en Europa, que seremos tachados de terroristas", afirmaba Fuad Saou, vocal de la Asociación Sociocultural Ibn Batuta.

Este año, la Festa de la Diversitat tampoco ha podido sustraerse a la visita de la mayoría de los alcaldables de Barcelona. Imma Mayol (ICV) y el representante del PP Daniel Sirera estuvieron en ella ayer. Joan Clos (PSC) y Jordi Portabella (ERC) la recorrerán hoy, mientras que Xavier Trias (CiU) ha excusado su presencia, según informó la organización.

CARMEN SECANELLA

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