Meter miedo
Tengo 81 años y por tanto viví la Guerra Civil, con los sufrimientos que una guerra conlleva y que se agravan por el hecho de que sea entre hermanos. La viví y la perdí. La sufrí especialmente con la pérdida de mi padre, al que mataron el 10 de mayo de 1939 después de una parodia de juicio, pues el primer día que le tomaron declaración le preguntaron: "¿Cuántos hijos deja usted?". Le condenaron por "auxilio a la rebelión". ¡Qué ironía! Se me pasó el tiempo de escribirles cuando publicaron la serie de La historia olvidada. Entonces podría haberlo hecho más ampliamente, pues fueron muchas las cosas que nos hicieron después de matar a mi padre. Según nos dijeron, habíamos "bajado de condición social" y así nos devolvieron a Madrid en un vagón de ganado, nos quitaron la casa, detuvieron a un hermano por una denuncia por la que pedían pena de muerte, pegaron al otro varias palizas...; en resumen, un sinfín de vejaciones. Pero para no alargarme, me gustaría referirme a la transición, que a juicio de mucha gente fue modélica. Sin embargo, yo pienso que perdimos de nuevo, que se debieron exigir más responsabilidades por los miles de muertos, por los bienes que robaron y no devolvieron, por la dignidad que quisieron arrebatar a todos los que discreparon y, por tanto daño como hicieron con la propaganda machacona, que muchos creyeron, sobre lo malos que eran los rojos. Al principio creí que funcionaba y hubo hechos que me emocionaron, como cuando se recibió en el Congreso con gran calor y cariño a un diputado que había estado ausente porque padecía una grave enfermedad, o cuando, tras el 23-F, se oyó decir en televisión a unas diputadas de derechas que habían pasado mucho miedo por los diputados de izquierdas. Parecía que volvíamos a ser humanos.
En la actualidad, gracias a la forma tan incalificable que tienen Aznar y algunos de sus ministros y portavoces de tratar a la oposición, esa buena relación que en un momento pudo existir está muy deteriorada. Y esto me hace pensar que de nuevo perdemos, que una vez más, los de siempre, perdemos. Y es que están volviendo a lo mismo, a meter miedo con la izquierda, pues se han dado cuenta de que hay mucha gente que no profundiza y que se queda con lo que oye repetir y repetir de forma insistente.
Pero a mí quienes me dan miedo verdaderamente son ellos, que quieren una vez más desunir a los españoles. Y para terminar, una reflexión: este matrimonio Aznar, ¿qué se han creído que son? Cruzan las piernas (los dos) delante del Papa; en Cuba nuestro "inefable presidente" pasea al lado del Rey con la chaqueta colgada de dos dedos a la espalda... ¿Falta de educación o soberbia? Me inclino por lo segundo.
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