Cuando Teo nos gobierne
Lo ha dicho ella misma, con toda franqueza. Que quitará el peaje de la A-4 "cuando el PP gobierne en la Junta", o sea, cuando ella rija, por fin, nuestros destinos de andaluces descarriados y desagradecidos. Lo malo es que a la misma hora el señor Cascos, impávido ministro de Desastres Nacionales (Chapapote, AVE catalán) refutaba tan valiente aserto con análoga contundencia: de eso nada, monada (es un decir). Sospecho que deberían ponerse de acuerdo, aunque sólo fuera por estética. Pero seguramente les da igual, porque cuentan con poderosos medios de engaño. Ya ella misma, en el 99, engatusó a muchos gaditanos de fantasía fácil con el mismo brebaje del peaje. ¿Se lo tendrán en cuenta ahora? No sé, la naturaleza humana guarda misterios insondables.
Es proclive, ella, a las desmesuras en tiempo electoral. También nos ha prometido que rebajará en un 90% el impuesto de las viviendas a las familias numerosas de Andalucía. No sé si creerle, porque en marzo mismo rechazó una medida semejante sólo para los gaditanos, y sólo era una rebaja del 50% lo que se pedía. No se entiende, francamente.
Otro intrépido candidato del PP, el señor Torres Hurtado, asevera en plena batalla por la ciudad de la Alhambra que él, él solito, "exigirá al Gobierno el cumplimiento de su compromiso con el AVE a Granada". Lo malo es que el impávido ministro de Desastres Nacionales quiere empapelar a la Junta por reformar las vías férreas para ir preparando ese acontecimiento. Tampoco logro entenderlo.
Advierto, sin embargo, soterradas coincidencias de las que ellos no hablan, creo saber por qué. Así por ejemplo: en las cuatro capitales andaluzas que retiene el PP (por el bien de la patria, no por nada), se da una acusada propensión a las aventuras urbanísticas, si bien el de Málaga propende a la mayor cuantía, con atrevimientos tales como el del Monte San Antón o los terrenos de la antigua Tabacalera. Tan sólo el intrépido Rodríguez, de Huelva, se atrevió a disputar ese dudoso laurel con sus audacias balompédicas. ¿Lo tendrán en cuenta, ahora, malagueños y huelvanos? No sé. La naturaleza humana está llena de agravios comparativos y las aburridas tardes de domingo perforadas de goles maravillosos o imposibles.
Otra sospechosa coincidencia: los cuatro ayuntamientos (Málaga, Cádiz, Huelva, Jaén) merodean la bancarrota financiera, pese a sus ingeniosas artimañas contables. Sólo el de Cádiz sostiene una terca deuda de 16.000 millones de antiguas pesetas. Tal vez por eso la ciudad no logra rebajar el l5% de paro (el más alto de Europa) o retener a los 18.000 habitantes que ha perdido en el largo reinado de Teo. Pero todo eso, no sé por qué, me temo que ya interesa menos. La naturaleza humana se inclina a veces, como el avestruz. Ya nos sacará Aznar del atolladero, deben pensar los votantes del PP, criaturas fieles donde las haya. ¿Que no nos dan el AVE, ni el Plan para el Río Guadalmedina, ni ponen dinero para los tres metros programados por la Junta, ni nos quitan el jodido peaje...? Bueno y qué. Todo eso qué importancia tiene al lado de lo mucho que nos quiere Bush, hombre, por Dios.
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