Simancas anuncia que publicará los nombres de las empresas con más accidentes laborales

Dos hombres murieron ayer mientras trabajaban. A uno lo aplastó el tractor que conducía; al otro lo arrolló la atracción ferial en la que estaba empleado. Sus muertes son las últimas en la fría estadística de 112 fallecimientos por accidentes en el tajo en 2002, según la Consejería de Trabajo. Contra esta cifra, Rafael Simancas sacó ayer una nueva arma: publicará una lista de las empresas con mayor índice de siniestralidad. El candidato socialista a la presidencia de la Comunidad presentó ayer esta medida dentro de su plan de empleo, tras discutirlo con la patronal madrileña y los sindicatos.

Simancas quiere señalar con el dedo a las empresas con más accidentes laborales en sus espaldas. Para ello publicará una lista de las que tengan mayor siniestralidad en la región. Según el candidato cada tres días muere un trabajador por esta causa: "Resulta grave y paradójico que en una región como la madrileña, más del 30% de las empresas no tiene ningún plan de prevención".

Las cifras que maneja Simancas no son las mismas que las de la Consejería de Trabajo. El candidato utiliza los datos del sindicato UGT, 178 muertos en accidentes laborales en 2002. La Consejería de Trabajo asegura que fueron 112, lo que supone una disminución del 10 % con respecto al año anterior.

A pesar de ello, Simancas reiteró que la situación es "muy grave" ya que "sólo el 30 % de los trabajadores recibe formación sobre la prevención de riesgos". "La mitad de las empresas no ha realizado ninguna evaluación de los peligros que corren", añadió.

Simancas anunció la medida en el Plan de Empleo que pretende aplicar en la Comunidad si gana las elecciones y que presentó ayer a los sindicatos y al presidente de la Confederación Empresarial de Madrid (CEIM).

Tras hacer un análisis negativo de la situación actual, el aspirante defendió las principales medidas de su programa: la creación de un Servicio Regional de Empleo que se convierta en el principal intermediador laboral; la creación de 20.000 nuevos puestos de trabajo, un impulso a la investigación y la revitalización del comercio.

Los representantes de ambos sindicatos se mostraron de acuerdo. Pero el presidente de la patronal madrileña, Gerardo Díaz-Ferrán, no desaprovechó la ocasión para poner algunas enmiendas. "Es un programa excesivamente intervencionista", afirmó.

Simancas, que insistió en que el dirigente empresarial estaba de acuerdo con la mayoría de sus propuestas, respondió a Díaz: "Es cierto, intervendré en beneficio del interés general y para crear empleo de calidad e impulsar el desarrollo industrial". "Eso sí, no lo haré en las elecciones a la Cámara de Comercio", dijo, aludiendo así al aún presidente de la Comunidad Alberto Ruiz-Gallardón, que según Simancas intervino en la designación del empresario Fernando Fernández Tapias como presidente de ese órgano.

Al máximo responsable de la patronal madrileña, Gerardo Díaz-Ferrán, tampoco le gustó que Simancas plantease la reducción de la jornada laboral a las 35 horas semanales. "Lo que los madrileños quieren no es trabajar menos, sino cobrar más", aseguró.

La jornada de campaña del candidato no acabó tras la reunión. Luego se fue a una de las residencias de ancianos públicas de la Finca Vistalegre, en el distrito de Carabanchel, donde se comprometió a dar una plaza en un geriátrico a cada uno de los 19.000 ancianos que están en lista de espera.

Sintel y los ancianos

Antes de entrar en la residencia, el candidato volvió a toparse con los trabajadores de Sintel, que se han convertido en su sombra durante la campaña. "Me comprometo a enterarme bien de vuestra situación y a hablar con el Gobierno, con Telefónica y con los sindicatos", les dijo.

Acompañado por el director del centro de ancianos, Simancas pudo ver parte de las instalaciones en las que se encuentran internados 360 ancianos con una media de edad de 86 años. Una anciana de 92 contó al candidato que todos los días su novio iba a recogerla para ir juntos a bailar. Otra estaba algo molesta porque el candidato no la besaba. Finalmente lo hizo y la señora, de 77 años, lo celebró fumándose un enorme cigarrillo.

Los responsables de la residencia enseñaron a Simancas lo mejor del centro pero no le llevaron por las dependencias donde los ancianos se quejaban de su mala situación. "¿La comida? Fatal", aseguró un señor de 70 años. "Vivir aquí es una mierda, siempre lo mismo. A los que estamos peor no nos hacen caso", añadió.

Las trabajadoras del centro denunciaron que la residencia se había adecentado para la visita del candidato y reclamaron la contratación de más personal para atender en mejores condiciones a los mayores.