La Interpol advierte en Benidorm de que el consumo de drogas sintéticas sustituirá en un futuro a la cocaína

La Interpol prevé que el narcotráfico de drogas de diseño se convertirá "en un futuro" en uno de los objetivos claves en la lucha contra la delincuencia organizada. Así lo corrobora la tendencia creciente del consumo de drogas sintéticas, que lleva a la Interpol a atribuir a esta droga el peligro que representan hoy otras sustancias como la cocaína y la heroína.

El secretario general de la Interpol, Ronald K. Roble, consideró ayer en Benidorm que la droga de diseño constituye un "problema global" en tanto que está controlada por redes de delincuencia organizada. En su origen, la incidencia del consumo de sustancias sintéticas se reducía a algunos puntos de Europa, pero actualmente se ha internacionalizado debido a las redes de narcos.

Durante la presentación de la 72 asamblea general de la Interpol, que se celebrará del 29 al 2 de octubre en Benidorm, el secretario general del cuerpo enumeró los tres asuntos a abordar en el congreso. Según Ronald K. Roble, las drogas de diseño, la inmigración ilegal y el terrorismo nacional centrarán el encuentro, al que asistirá un total de 700 delegados procedentes de 181 países. Los representantes informarán de los principales factores de criminalidad en sus países de origen. Los expertos policiales analizarán también otros ámbitos de la criminalidad como son los delitos informáticos y el terrorismo trasnacional.

Por otro lado, Noble aludió a la inclusión de Batasuna en la lista de grupos terroristas de Estados Unidos. Esto permitirá, en su opinión, aumentar el radio de acción contra ETA en todos los países y favorecerá una cooperación internacional más fluida.

La asamblea de la Interpol coincide con el 179 aniversario del Cuerpo Nacional de Policía. Su director general apreció que la celebración de la asamblea en Benidorm favorecerá la asociación de la localidad con la seguridad. Del mismo modo, Noble estimó que la elección de España para la celebración de la cita es un reconocimiento implícito del resto del mundo a la labor de la policía española contra el terrorismo y la delincuencia.