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La Generalitat gastará un millón de euros en la reforma de Santa Mónica

El centro de arte gana 300 metros cuadrados e incorpora una cafetería

La Generalitat, a través del Departamento de Cultura, invertirá 1.011.529 euros en la reforma del Centro de Arte Santa Mónica, inaugurado en 1988, con el objetivo de adaptarlo al programa artístico ideado por su nuevo director, Ferran Barenblit. Se pretende que sea centro de producción de proyectos artísticos y un espacio de debate y encuentro. Con la reforma se ganarán 300 metros cuadrados gracias a la cobertura parcial del claustro, se cambiará el sistema de acceso y se situará en la actual entrada una cafetería-restaurante.

La reforma del centro, que desde su inauguración hace 14 años ha acogido unas 150 exposiciones, será considerable. La más visible es que el acceso ya no se hará por la rampa que sube desde La Rambla sino por dos puertas a pie de calle. Según recordó ayer el arquitecto Albert Viaplana, autor junto con Helio Piñón de la anterior reforma, inicialmente estaba previsto que una de estas puertas fuera la salida del centro, pero no llegó a estar operativa por problemas de seguridad o de falta de personal. "La idea de la rampa era fundamental en el proyecto porque suponía continuar el paseo por La Rambla entrando, como quien dice, por una de las ventanas del antiguo convento", señaló Viaplana, que será también el responsable de esta segunda reforma del centro que, indicó, "teniendo en cuenta otros casos que están sucediendo en la ciudad no me sorprende".

El acceso, pues, se hará ahora por la planta baja y de allí se pasará directamente a la gran sala de exposiciones del claustro a través de un vestíbulo ampliado que se gana con la demolición de unos antiguos lavabos. El claustro será más luminoso con la abertura de unos ventanales en la parte superior que le darán luz cenital y se cambiarán los revestimientos de gresite de su estructura central así como el pavimento. Desde uno de los laterales del claustro saldrá un ascensor que llevará al visitante a las dos plantas superiores.

Cafetería

En la primera, que actualmente se utiliza para exposiciones, se situará un aula, la librería especializada en arte y diferentes espacios para audiovisuales -está previsto cambiar el mobiliario y la instalación de la actual sala de actos-, además de la cafetería restaurante. Ésta parece ser la principal apuesta de Ferran Barenblit, que confía en que este local gastronómico, que posiblemente utilizara la vieja rampa como terraza sobre La Rambla, se transforme en lugar de encuentro de los interesados en el arte. Está previsto organizar en el mismo actividades culturales y su horario será también nocturno. En la segunda planta es en donde se ganan 300 metros cuadrados con la cobertura de la parte central del claustro. Esta nueva sala de exposiciones se comunicará con las otras plantas a través de una rampa pasarela que descenderá por los laterales del claustro.

Las obras se iniciaron ayer simbólicamente con la retirada de las viejas puertas de acceso a La Rambla -que inmediatamente tuvieron que ser sutituidas por otras nuevas- en un acto al que asistieron el consejero de Cultura, Jordi Vilajoana, y altos cargos del Departamento de Cultura. Las obras durarán todo el verano y el nuevo centro reformado abrirá sus puertas en septiembre con cuatro exposiciones individuales de los artistas Leandro Erlich, Mabel Palacín, Albert Tarés y Gite Villesen.

"Como no tenemos colección, el patrimonio de este centro es el conocimiento y la posibilidad de construir arte contemporáneo", indicó Barenblit, para quien este espacio pretende mostrar "el arte de los últimos cinco minutos" con una apuesta por el futuro. Para ello prevé romper los esquemas clásicos de exposiciones y plantear un centro que mostrará tanto obras acabadas como en proceso. Esta opción que refleja, a su juicio, una nueva manera de trabajar en la que se rompen los límites entre disciplinas y estilos, no podía adaptarse al actual estado del centro, pensado a su juicio en el contexto de los años ochenta "muy diferente al actual". Aunque ayer no se dieron cifras concretas, Barenblit indicó que contará con el presupuesto de funcionamiento necesario para poner en marcha su proyecto, que se inaugurará poco antes de las elecciones autonómicas.

El director general de Promoción Cultural, Vicenç Llorca, indicó que esta reforma se enmarca en la nueva política de artes visuales del departamento, históricamente muy discutida por un amplio sector de artistas que han criticado que se prime la arquitectura por encima de los contenidos. Esta nueva política se ha concretado en el último año en un aumento de la previsión presupuestaria para arte que incluye un plan a largo plazo de creación de nuevos centros en Cataluña -en gran parte apoyando las iniciativas ya existentes en los ayuntamientos-, la apertura de la Sala Verdaguer, en los bajos del Palau Moja de Barcelona, que acaba de exponer a Subirachs y ahora presentará una retrospectiva de Cuixart y en la reforma de Santa Mónica.

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