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¿Será Irak algún día una democracia?

¿Se imaginan ustedes a los italianos en 1944-1945 manifestándose contra las tropas anglo-estadounidenses y diciéndoles que se fueran lo antes posible? Yo no. Sin embargo, esta situación paradójica se produce en Irak. En Irak, los supuestos "liberados" se sienten "ocupados" y reclaman de inmediato, sin falso pudor, la libertad de librarse de sus liberadores. ¿Y luego? La guerra ha eliminado a un tirano. ¿Pero para sustituirlo por qué? Los esperanzados dicen: para sustituirlo por la democracia. Hay que aplaudir a quien se arriesga. Pero es seguro que no podrá tener éxito fácilmente. Para alcanzar la democracia, Japón necesitó seis años de protectorado del general McArthur; Alemania, una vez desaparecido Hitler, también sufrió una larga ocupación militar. A ello hay que añadir que en Japón la transición fue legitimada por un emperador sabiamente dejado en el cargo, mientras que Alemania ya había sido una democracia y podía partir de ese precedente. En cambio, Irak sólo ha tenido a su Hitler (Sadam Husein se le parecía mucho) y nunca ha conocido ninguna democracia. Caído Sadam, lo que surge no es más que un trasfondo islámico hostil a la democracia y un conjunto de culturas étnicas y tribales.

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Sartori, premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales por sus estudios sobre la democracia

Por tanto, Irak es un worse case, uno de los peores casos posibles. Pero el conjunto de medios de comunicación no se desalienta ante esto. Se traga estupideces y suelta estupideces. ¿Diez años para democratizar Irak? La piadosa reina Rania de Jordania responde que el pueblo iraquí "se merece algo mejor". Y ésta es su regia receta: que la democracia nace, también en Irak, "restableciendo la ley... restableciendo las instituciones... una constitución y los derechos humanos, incluida la libertad religiosa". ¿Restablecer la ley? ¿Qué ley? Evidentemente, la única ley que se puede restablecer es la ley islámica, la ley del Corán. Algo muy diferente al Estado de derecho en el que se basa la democracia ¿Restablecer las instituciones? ¿Qué instituciones? Irak es un Estado artificial reciente que nació de la división del Imperio Otomano e inventado, bajo el mandato de la Sociedad de Naciones, por los ingleses. Inventado como monarquía (en 1932) y que más tarde se convirtió en una dictadura tras un golpe de Estado. Repito: ¿qué instituciones? ¿El aparato represivo de Sadam? Por otro lado, ¿qué quiere decir restablecer la constitución? ¿Qué constitución? La única a mano es la de Irán. Pero no incluye derechos humanos ni principios de tolerancia. Más bien al contrario.

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Nuestra graciosa reina sólo acierta una: que la democracia no "se construye automáticamente celebrando elecciones". Es obvio, pero no es obvio que la Casa Blanca lo entienda. También es necesario tener en cuenta que las elecciones también pueden matar una democracia (como ocurrió en Alemania en 1933). Y lo cierto es que en ningún país islámico las elecciones han dado nacimiento a una democracia. Cuando Estados Unidos libró a su suerte al sah de Persia, la república islámica de Irán llegó triunfalmente legitimada por el voto popular. La hipocresía de Occidente devolvió el poder a los militares argelinos al no aceptar en 1991 la victoria electoral del Frente Islámico de Salvación; precisamente una victoria que habría instalado en Argel algo parecido al régimen de Jomeini. Y, hoy por hoy, unas elecciones en Irak sólo pueden instaurar una teocracia islámica, desde luego no una democracia. El "gobierno autoritario benévolo" es un contrasentido. No lo es, en cambio, la fórmula de la "democracia tutelada", teorizada por Edward Shils tras la II Guerra Mundial. Aquí la democracia es instaurada y se deja que funcione libremente; pero se cierra si se vota para destruirla. ¿Será Irak alguna vez una democracia? Tal vez bajo tutela (como en Turquía). De otro modo, no.

Giovanni Sartori es politólogo italiano

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