"Por nada cambio la rabona"
Tote defiende su estilo tras fallar un gol clave para el Madrid
Tote no había disputado ni un sólo minuto de Liga, cuando, tan sólo 13 después de estrenarse, el título quedó a sus pies. Para ser exactos, a su pie malo: el derecho. Mal perfilado para el remate con la izquierda, Tote se enroscó sobre sí mismo para emplear su pierna buena. Hizo la rabona y falló un gol que habría servido al Madrid para derrotar al Recreativo, el sábado pasado, y para conservar el liderato. Fue su único tiro a puerta en todo el encuentro y no se arrepiente de la ejecución cuando le recriminan la falta de ortodoxia. "Lo que digan me importa muy poco", afirma; "si hubiera marcado habrían dicho que fue un golazo, así que las opiniones no me importan absolutamente nada. Le pegué de rabona, es mi estilo y no lo cambio por nada".
Jorge López Tote (1978) pertenece a esa clase de jugadores fácilmente criticables. Es orgulloso, audaz, no tiene caché de estrella y ocupa un lugar secundario en la fastuosa plantilla del Madrid. Tan secundario que ni siquiera es un suplente: hasta ayer no había jugado nunca. Hasta que falló el gol apenas había jugado 13 minutos en Liga, los que llevaba en el Nuevo Colombino de Huelva cuando persiguió un balón rechazado en el balcón del área chica. Luque, el portero, se tiró antes de tiempo y Tote, con la portería de frente, le pegó de rabona: esa suerte que consiste en rematar pasando la pierna de golpeo por detrás de la pierna de apoyo. Fue el único tiro del delantero en todo el encuentro, y la pelota fue a dar en Camacho, un defensa.
"La pelota me vino rechazada y no pude hacer el control", comentó ayer el jugador; "luego le pegué como venía porque si controlaba se me habrían echado los defensas encima. Hice la rabona porque es mi golpeo más natural. Con la derecha no sé cómo le habría pegado. Fue una pena. Ojalá tuviera muchos partidos como el de ayer. Lógicamente no tenía ritmo. Tuve problemas musculares".
Tote, como Celades, McManaman y Solari, ha sido presionado por el Madrid para que rescinda su contrato. Después de una temporada casi en blanco, le pesa la falta de rodaje.
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