El Papa y las raíces
Ahora que se van disolviendo las nubes de incienso psicológico que parecen haber neutralizado el sentido crítico durante la visita del Papa, me gustaría llamar la atención sobre ciertas apelaciones del Santo Pontífice, como la invocación a las raíces cristianas de España y su misión evangelizadora en Europa. Ha resultado demasiado difícil establecer por vez primera en nuestra historia un marco de convivencia descontaminado de preceptos trascendentes para que se venga ahora con invocaciones a un pasado y a unas misiones que sólo han reportado dolor, superstición, intolerancia y un atraso científico y cultural de los que apenas aún nos recuperamos. Dejemos, pues, las raíces para los árboles y dediquémonos nosotros, humanamente, a la construcción de un futuro democrático que sea, entonces sí, ejemplo para el mundo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.