Botella eliminará el actual Imefe para evitar el fraude en los cursos

Ana Botella, número tres de la lista del PP al Ayuntamiento y aspirante a dirigir la Concejalía de Servicios Sociales y Empleo, no está dispuesta a que se repita la "falta de control" -en su opinión, sólo puntual- que dio lugar al caso Imefe (el fraude en cursos de formación para desempleados por el que el Consistorio ha sido obligado a devolver 5,5 millones de euros a la UE). Botella eliminará ese organismo y lo sustituirá por uno nuevo, dotado con un sistema de control del gasto y de seguimiento de los cursos adjudicados a empresas.

En la ciudad de Madrid hay 103.449 personas en paro, según los últimos datos del Inem, "una cifra razonable y manejable si se la compara con el resto de España", afirma Ana Botella. No obstante, la aspirante a concejal y esposa del presidente del Gobierno, José María Aznar, cree que esa cifra -que se traduce en una tasa de paro del 7,8%, frente al 8% de la Comunidad y el 8,9% de media nacional- puede mejorarse.

Para lograrlo, y en el caso de que el PP -con Alberto Ruiz-Gallardón como cabeza de lista- gane las elecciones en la capital y ella sea nombrada concejal de Servicios Sociales y Empleo, Botella ha pensado en incidir en los "problemas sociales que siempre hay detrás de un desempleado". Fundamentalmente, el problema de ser mujer, inmigrante o mayor de 45 años. "El paro femenino [que duplica al masculino] es la gran asignatura pendiente", reconoce.

La principal -casi única- competencia del Ayuntamiento en materia de empleo tiene que ver con la formación de los parados. Hasta ahora, esa función la ha realizado el Instituto Madrileño para el Empleo y la Formación Empresarial (Imefe), que encarga el 80% de los cursos a empresas privadas e imparte directamente el otro 20%. Las irregularidades en la gestión del Imefe entre 1994 y 1999, denunciadas por el PSOE en 2001, dieron lugar a sendas investigaciones de la Cámara de Cuentas de la Comunidad y del Ministerio de Trabajo, que acabaron destapando el fraude: cursos financiados con fondos europeos y no impartidos, contratos a dedo, diplomas falsos, alumnos inexistentes... Trabajo condenó la ausencia de "medidas correctoras" en el Consistorio y obligó al Imefe a restituir 5,5 millones de euros a la UE.

"Quizá hubo ocasiones en las que faltó control [sobre la gestión de los cursos], pero el Imefe ha tenido un alto nivel de eficacia. Hay que aprender de los aciertos y los errores", argumenta Botella. Resultado de ese aprendizaje es la decisión del PP de "proceder a la extinción del Imefe" si gana las elecciones.

Agencias de zona

El instituto público sería sustituido por un nuevo organismo, la Agencia para el Empleo de Madrid, que "partiría de los medios patrimoniales y de personal" del primero y se desdoblaría en distintas "agencias de zona" repartidas por la ciudad. "El factor territorial en este asunto es muy importante: los funcionarios de la agencia estarían pegados al terreno, y lo primero que harían sería estudiar el barrio o el distrito para ver qué problemas tiene, si hay muchas mujeres desempleadas, mayores de 45 años...", explica la candidata popular.

Pero la principal diferencia con el actual Imefe -que tiene un presupuesto anual de casi 50 millones de euros- estaría precisamente en el control del gasto. Botella se compromete a implantar un sistema de "control financiero posterior sobre los fondos, a imagen de lo que se hace ahora en el Gobierno regional". Es decir, una vez adjudicados los cursos de formación (o cualquier tipo de subvención) a determinadas empresas, el Ayuntamiento realizaría un seguimiento para garantizar que el dinero se gasta correctamente y que las empresas en cuestión realizan efectivamente los cursos programados.

El segundo objetivo en materia de empleo de un eventual gobierno municipal del PP sería profundizar en su labor de "intermediario laboral" entre los ciudadanos, el resto de administraciones -Comunidad y Gobierno central- y las empresas privadas. "Hay gran cantidad de recursos, públicos y privados, que mucha gente desconoce. La agencia realizaría primero esa función informativa y desarrollaría después tutorías individualizadas para cada desempleado", asegura Botella.

Por último, junto a la formación a parados -que se ajustaría a "las necesidades reales del mercado" e incluiría "planes especiales para mujeres desempleadas"-, la aspirante a concejal pretende destinar una parte del presupuesto a la "formación continua" de los que sí tienen un puesto de trabajo, pero sufren lagunas en su formación, "por ejemplo, cursos de informática o de idiomas".