Familiares y amigos de Couso se manifiestan ante Exteriores

Familiares, amigos y compañeros de José Couso, el cámara de Tele 5 muerto por el disparo de un tanque norteamericano en Bagdad hace un mes, se concentraron ayer por la mañana ante el Ministerio de Exteriores para reclamar una investigación. Al acto asistieron unas 100 personas.

Durante la concentración ante Exteriores, que volvió a repetirse por la tarde ante la Embajada de EE UU, Javier Couso calificó la muerte de su hermano de "crimen de guerra contra la prensa" y declaró que la familia de la víctima, del Gobierno español no quiere "una palmadita en la espalda, sino que ampare la memoria de José" y que se investigue y se haga justicia. Javier planteó la posibilidad de pedir una reclamación diplomática y una compensación económica a EE UU, y que se juzgue a los culpables.

También aseguró que hay un equipo de abogados estudiando la posibilidad de poner una denuncia, aunque afirmó que los soldados estadounidenses "juegan con una impunidad increíble", ya que su Gobierno no firmó el protocolo adicional de la Convención de Ginebra, en el que se habla de los civiles e incluye a los periodistas.

Otro de los hermanos del cámara muerto, David, leyó un comunicado titulado Un mes sin respuesta: José Couso asesinado, que fue repartido entre los asistentes, en el que se criticaba tanto la postura del Ejecutivo norteamericano como del español, cuyo papel, asegura, "ha sido vergonzoso, tanto con la familia de José como en el tratamiento público de la noticia". El comunicado añadía: "Desde los continuos desatinos de Ana Palacio hasta la canalla indiferencia de José María Aznar, la familia Couso no sufre más que un calvario de desamparo y humillación".

El comunicado leído afirmaba también que con el disparo contra el hotel Palestina, donde se hospedaban buena parte de los periodistas, EE UU intentó "intimidar a la prensa, silenciarla y expulsarla", y para avalar esto recordaba que el tanque disparó "sin prisa y con precisión calculada". La lectura del texto concluyó afirmando que la voz de la familia y de los compañeros del cámara será "una continua pesadilla" para el Gobierno.