Las cooperativas recurren a la apicultura para mejorar cosechas

El sector citrícola y los apicultores mantienen un pulso desde hace años. La polinización cruzada de las variedades híbridas de cítricos provoca la aparición de semillas en la fruta y supone su devaluación en los mercados. La situación se ha saldado con la prohibición de implantar colmenas a menos de cinco kilómetros de los campos de cítricos. Una medida nefasta para los apicultores. Pero lo que es malo para un sector es bueno para otros y, así, el sector apícola de la Unió de Llauradors explicó ayer que empieza a colaborar con cooperativas y comercios para resolver los problemas derivados de la escasa polinización de las plantaciones hortícolas.

Los técnicos de las cooperativas alertaron de que la falta de polinización, en los últimos años se ha reducido la población de insectos polinizadores debido también a los productos fitosanitarios o la contaminación ambiental, ha provocado la pérdida del valor comercial de los cultivos y la disminución de la producción. Los productos hortícolas, sobre todo el calabazín, el tomate, la berenjena y los melones, son los más afectados. La primera experiencia se desarrolla en la Cooperativa Valenciana Unión Protectora de El Perelló, donde hay instaladas 12 colmenas, y en los próximos días se hará otro tanto en la Cooperativa del Mareny de Barraquetes y en viveros de la zona. La Unió recordó que alrededor de la mitad de la cosecha de frutas y hortalizas depende los polinizadores y que las limitaciones a los apicultores "pueden tener un efecto negativo".