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La OMC autoriza a Europa a sancionar con 4.000 millones anuales a Estados Unidos

Washington responde que mantendrá sus "obligaciones internacionales" en comercio

Carlos Yárnoz

Las tensiones políticas y comerciales entre Europa y Estados Unidos tienen desde ayer una nueva referencia para la crispación. A solicitud de la UE, la Organización Mundial de Comercio (OMC) dio su visto bueno a un largo listado de productos estadounidenses que se exportan a Europa cuyos aranceles podrán incrementarse hasta el 100% de su valor. El valor de la sanción asciende a 4.000 millones de dólares anuales (unos 3.717 millones de euros). El Gobierno de Washington aseguró ayer que mantendrá sus "obligaciones internacionales" en materia de comercio.

Europa aplicará esta multa a partir de enero de 2004 si Estados Unidos no modifica o anula la Foreign Sales Corporation (FSC), una legislación ya declarada ilegal por la OMC que permite exportaciones estadounidenses con ahorros fiscales de hasta el 30%. La autorización formal de activar esta sanción -la mayor permitida contra un país en el marco de los procedimientos de la OMC- fue dada ayer durante una reunión en Ginebra del órgano reglamentario de contenciosos de la OMC.

El próximo otoño es el límite temporal que Bruselas concede a Washington antes de que el Consejo de la UE apruebe el correspondiente reglamento para poner en marcha las sanciones que culminarían una guerra comercial que se inició en 1999, cuando Bruselas advirtió que la FSC contravenía la legislación internacional. "Ahora confiamos en que Estados Unidos promueva antes de ese plazo la retirada o cambios profundos en esa ley. Si no, lanzaremos las contramedidas", advirtió ayer la portavoz del comisario de Comercio, el francés Pascal Lamy.

En total, son unos 2.000 los productos castigados y suponen prácticamente el 20% del total de exportaciones estadounidenses a Europa. Entre ellos destacan las joyas y metales preciosos (1.400 millones de dólares anuales), reactores nucleares o partes de los mismos (535.700 dólares), los juguetes y material deportivo (175.300), papel (194.100), artículos de madera (133.000) o productos eléctricos y electrónicos (137.200). Azúcar, calzado, pescado, cereales, vegetales, carne, cosméticos, libros o periódicos figuran igualmente en el listado de productos.

Subsidios ilegales

La primera andanada de la OMC contra la FSC ya fue lanzada en 1999, cuando determinó que esa ley concedía de hecho a las empresas norteamericanas unos subsidios ilegales porque incluso les permitía realizar exportaciones a través de paraísos fiscales. La OMC fijó como límite noviembre de 2000 para anular o cambiar la ley. Al no hacerlo, la UE puso en marcha iniciativas para resarcirse y, en agosto del año pasado, la OMC autorizó que los Quince encontraran una fórmula comercial para sancionar a Estados Unidos hasta con 4.000 millones de dólares anuales.

Desde entonces, Bruselas ha preferido no aplicar automáticamente el castigo. De un lado, el Ejecutivo comunitario optó por dar más tiempo a Washington para retirar la FSC y, de otro, puso en marcha el listado de productos sobre los que podría aplicar multas. Sin embargo, el comisario Pascal Lamy ha advertido en varias ocasiones que la paciencia de la Unión Europea tiene límites.

Ahora, la OMC ha dado su visto bueno al listado y, por tanto, Europa tiene ya en sus manos un instrumento concreto de amenaza para que Estados Unidos reaccione cuanto antes.

La autorización de la OMC para que la UE pueda sancionar a Estados Unidos si no retira la FSC -esta decisión sólo puede ser bloqueada si lo piden los 146 miembros de la OMC- fue recibida en Washington con cautela. "Como habíamos dicho claramente antes, Estados Unidos respetará sus obligaciones internacionales, continuaremos nuestras reuniones de consulta con la Comisión Europea y actualmente el Ejecutivo trabaja con el Congreso en esta tarea", afirmó el portavoz del representante estadosunidense de Comercio, Richard Mills.

En los últimos meses, al Congreso estadounidense han llegado dos iniciativas que persiguen reformar la FSC para adaptarla a las reglas del comercio internacional. "Confiamos en que Estados Unidos encontrará una solución que sea completamente compatible y en línea con la OMC", indicó la portavoz del comisario Lamy.

Esta batalla transatlántica se suma a la denominada guerra del acero, lanzada el año pasado por Estados Unidos cuando decidió gravar hasta con el 30% las importaciones de acero europeo. En este caso, la Unión se ha propuesto castigar otros productos estadounidenses, también por vía arancelaria, con 2.200 millones de dólares anuales, pero tampoco ha materializado aún la amenaza.

En principio, tanto Bruselas como Washington parecen dispuestos a limar asperezas, a la vista de las declaraciones recientes realizadas por sus representantes en este sentido.

Pascal Lamy.
Pascal Lamy.

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Sobre la firma

Carlos Yárnoz
Llegó a EL PAÍS en 1983 y ha sido jefe de Política, subdirector, corresponsal en Bruselas y París y Defensor del lector entre 2019 y 2023. El periodismo y Europa son sus prioridades. Como es periodista, siempre ha defendido a los lectores.

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