La Generalitat pone límites a los centros de bronceado artificial

La Generalitat controlará el funcionamiento de los centros de bronceado artificial.

La principal medida adoptada consiste en poner límites a la irradiación de los aparatos de bronceado rápido, de manera que no supere la de la luz solar. Otras medidas consisten en elevar de 16 a 18 años la edad mínima para someterse a una sesión de bronceado, exigir una titulación homologada por la propia Generalitat a los profesionales que trabajan en este sector y establecer la obligación de que las máquinas que realizan el bronceado sean sometidas a revisión al menos una vez al año.

Los aparatos de bronceado generan rayos ultravioletas. En adelante, estos rayos no podrán tener una irradicación superior a 0,30 watios por metro cuadrado y la longitud de onda que emiten no deberá sobrepasar los 295 nemómetros, según la norma aprobada por la Generalitat. Estas exigencias figurarán en una orden del Departamento de Comercio, Trabajo, Consumo y Turismo que entrará en vigor unos días después de haber sido publicada en el Diari Oficial de la Generalitat, dijo el director general de Consumo, Josep Tous.

Los límites de intensidad que se impondrán a los apararatos de bronceado suponen en la práctica suprimir las sesiones de bronceado ultrarrápidas que están ofreciendo algunos centros.

Hoteles y gimnasios

El director general de Consumo recalcó ayer que las medidas se toman en un momento de fuerte aumento de los centros de bronceados y del número de sus usuarios. Las sesiones de bronceado se han generalizado también en algunos hoteles y gimnasios. Por este motivo, las nuevas normas de la Generalitat no afectan sólo a los establecimientos que se dedican únicamente al bronceado artificial, sino que también incluyen a todos los negocios, como gimnasios, hoteles y balnearios, que tengan en sus instalaciones máquinas de estas características dedicadas al bronceado.

En adelante, las máquinas de bronceado deberán superar inspecciones técnicas obligatorias anuales, similares a las que se realizan en coches y ascensores. El objetivo de estas inspecciones es verificar el correcto uso de las máquinas de bronceado.

La norma de la Generalitat establece que las máquinas tendrán adheridas unas etiquetas que certificarán que han superado las pruebas anuales a las que deberán someterse, afirmó el director general de Consumo. Tous agregó que los establecimientos también estarán obligados a exhibir un cartel informativo con las advertencias necesarias para una correcta utilización de los aparatos.

Por otra parte, el personal que utilice las máquinas de bronceado, que ya tiene una formación específica, en adelante deberá superar unos cursos que homologará el Departamento de Sanidad de la Generalitat. El plazo para que el personal realice estos cursos será de un año.

Según manifestó el director general de Consumo, "esta normativa se ha desplegado con la finalidad de incidir en tres sectores específicos: el de los fabricantes de las máquinas, el de los centros en los que se encuentran las máquinas y los usuarios que las utilizan". En Cataluña existen en la actualidad entre 9.000 y 13.000 de estas máquinas de bronceado, informa Efe.