Jaime Chávarri y Antonio Mercero
'El desencanto' y 'La hora de los valientes', en la colección de cine español de EL PAÍS del próximo fin de semana
En 1976, poco después de la muerte de Franco, llega a las pantallas españolas uno de los filmes más insólitos de la cinematografía nacional: El desencanto, de Jaime Chávarri, que podrá adquirir por 5,95 euros quien compre EL PAÍS del próximo sábado. Insólito por cuanto el tema que trata, la disección de la familia Panero realizada por la viuda y los tres hijos del poeta falangista Leopoldo Panero, fallecido en 1962, era totalmente infrecuente, e insólito porque el tratamiento formal que le aplica Jaime Chávarri no encaja exactamente en el formato del documental ni, tampoco, en el de una película de ficción.
Si inicialmente estaba previsto que fuera un cortometraje, el material rodado por el realizador y la perspicacia de su productor, Elías Querejeta, lo reconvirtieron inmediatamente en un largometraje en el que Felicidad Blanc y sus tres hijos, Juan Luis, Leopoldo y Michi Panero, desbrozaron recuerdos personales -cada uno desde sus perspectivas personales y vitales-, y al hacerlo trazaron una cartografía familiar que, en base a un indiscutible talento y una lucidez analítica, trascendía sobradamente lo particular, lo propio, para convertirse en un excepcional documento sobre la decadencia de un tiempo y un país.
Amarga, tierna, divertida y cruel, El desencanto es, probablemente, una las crónicas del franquismo más inteligentes que ha dado el cine español.
El segundo filme que ofrece la colección de cine español de EL PAÍS el próximo fin de semana, que podrá adquirir por 1,95 euros quien compre el diario del domingo 11 de mayo, es La hora de los valientes, escrito y dirigido por Antonio Mercero en 1998 y que supuso el reencuentro del realizador con el cine después de ocho años.
Mercero ha cosechado sus grandes éxitos en el ámbito de la televisión (pública y privada). Ya en 1971 realizó una serie para televisión, Cronicas de un pueblo, que alcanzó un notable éxito. Un años después, en 1972, filmó y firmó un producción televisiva, La cabina, con José Luis Garci como guionista y José Luis López Vázquez como protagonista absoluto, por la que obtuvo un Emmy de la Academia de Televisión de Estados Unidos. Aún hoy, más de 30 años después, sigue siendo el único español que posee dicho premio. Posteriormente realizaría series de un enorme impacto popular: Verano azul, Farmacia de guardia o Turno de oficio.
En el mundo del cine debuta en 1963 con el largometraje Se necesita chico. Su escasa repercusión le animó a dedicar sus esfuerzos más a la televisión que al cine sin por ello abandonarlo definitivamente. De hecho, en 1977 realiza La guerra de papá, una adaptación de una novela de Miguel Delibes, que se convirtió en un gran éxito de taquilla. Posteriormente filmaría, entre otras, películas como Tobi (1978), Espérame en el cielo (1987) o Don Juan, mi querido fantasma (1990)
La hora de los valientes, protagonizada por Gabino Diego, Leonor Watling, Adriana Ozores, Luis Cuenca, Hector Colome y Ramón Langa, entre otros, ofrece una visión personal de la guerra civil. Situada la acción en noviembre de 1936, cuando el Gobierno de la República decide trasladarse a Valencia y, con él, evacuar los cuadros del Museo del Prado, un joven celador del Museo descubre abandonado un autorretrato de Goya que decide ocultar y proteger ante los posibles daños que pudiera sufrir.
Inspirada remotamente en las memorias de Azaña que aluden a la evacuación del Museo, y en La arboleda perdida y Los diálogos del Museo del Prado, de Rafael Alberti, Mercero ofrece una visión de la guerra civil en la que no hay héroes o villanos, buenos y malos, sin que ello suponga ofrecer una historia edulcorada del conflicto. Considera que la guerra, cualquier guerra, es siempre cruel y que todos pueden cometer crímenes despreciables.
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