Increpación Danza cierra el festival con Tablao

Con la concesión del Premio Lladró al Mejor Intérprete de Danza, en forma de delicada estatuilla, concluye esta tarde en el teatro Talía, de Valencia, la XVI de Dansa València, en un acto al que seguirá la representación de Tablao, de la compañía barcelonesa Increpación Danza. Una treintena de coreografías han llenado los escenarios valencianos de danza de creación contemporánea, con más ocasiones para los jóvenes que en ediciones anteriores.

La sesión de ayer comenzó con la reposición en la Sala Moratín de Sé o no sé, un montaje de la compañía sevillana La Permanente centrada en la modalidad de danza-teatro, con un texto de Charo Sánches y Paloma Díaz que gira sobre los sentimientos humanos, su relatividad y la gravedad de las decisiones que se adoptan, a través de dos solos y un diálogo. Ya en horario de tarde, Espai Moma acogió la representación de L'animal a l'esquena, a cargo de la compañía de Girona Mal Pelo, dirigida por Pep Ramis y María Muñoz, que también son sus intérpretes escénicos. Se trata de un recorrido de los personajes por el paisaje de su larga relación, de manera que pactan sobre la marcha cierto número de conductas, que no eluden la trampa o la mentira, a fin de mantenerse unidos.

En función de tarde, en el teatro Principal pudo verse la última coreografía de la mítica Lanómina Imperial, que de la mano de su fundador Juan Caros García compone un espectáculo de vanguardia que rinde homenaje al futurismo italiano de entreguerras, del que la compañía es una admiradora debido al vigor y la combatividad de sus postulados, sin olvidar sus profundas contradicciones, y donde la máquina como icono de la modernidad se alzaba por vez primera con toda su importancia en las artes de la representación.

Por la noche se vio en el teatro Talía Tablao, de Increpación Danza, que también cierra esta tarde el festival. Fundada en Barcelona hace diez años para fusionar la danza contemporánea y el flamenco, esta compañía ha realizado numerosas giras internacionales con la representación de sus creaciones coreográficas donde es notable la marca de un lenguaje absolutamente personal. En Tablao, creada y dirigida por Montse Sánchez y Ramón Baeza, se incorpora en directo, junto a la presencia de los bailarines, la guitarra flamenca de Antonio Martínez Ñoño y la voz desgarrada de Pili Romero La Tana, sobre un fondo visual que remite a los tiempos en que Picasso y Miró diseñaban escenarios o vestuarios para la danza, y con un claro homenaje al bailarín Antonio. Una edición de Dansa València, que, al margen de las cifras de participación, con el fatídico puente del Primero de Mayo de por medio, consolida un festival dedicado a una modalidad escénica en crisis, y por ello mismo tanto más necesario.