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Reportaje:

Masiva asistencia a la romería de la Santa Faz

El buen tiempo y el día festivo disparan la participación

La estampa religioso-costumbrista más emblemática de Alicante se repitió un año más, llegado el tercer jueves de la dominica in albis: una riada humana, ataviada con blusón negro, pañuelo y caña con romero, recorrió, a pie, los siete kilómetros que separan la concatedral de San Nicolás del monasterio de la Santa Faz. Eran las decenas de miles de participantes que atraídos por un dato de la tradición religiosa (la veneración del sudario con el que supuestamente la Verónica secó el rostro de Cristo en su camino al monte Calvario) se dieron cita en el monasterio que custodia la reliquia.

El buen tiempo y la coincidencia del evento con la festividad del Primero de Mayo aumentaron la participación en la Peregrina, como popularmente se conoce esta romería. La Policía Local elevó hasta los 250.000 el número de participantes, cálculo generoso, ya que incrementa en 100.000 la estimación de 2002.

Unas 200 personas recibieron asistencia médica por lipotimias y heridas leves
Entre los devotos y costumbristas romeros había un nutrido grupo de dirigentes políticos

La gran afluencia de público, no disparó las incidencias, a excepción de los atascos de tráfico en los accesos al monasterio y las típicas lipotimias, cefaleas, intoxicaciones etílicas y un sinfín de lesiones leves. A lo largo de la jornada, según datos de Protección Civil y la Cruz Roja, unas 200 personas recibieron asistencia médica.

Los peregrinos guardaban una homogeneidad externa -blusón negro, pañuelo y caña con romero-, aunque su motivación íntima era más plural: una minoría de devotos, que recorre el camino, mejor dicho el asfalto, descalza a cambio de favores de la Santa Faz; una amplia representación de fieles, dispuesta a soportar interminables colas hasta poder postrarse ante la tela santa expuesta en el altar de la iglesia; otra notable mayoría de gente, cargada con mochilas repletas de viandas y guiada por un espíritu lúdico y festivo para pasar una jornada campestre, entre las cunetas de la N-322, las zonas de aparcamientos y las escasas sombras del parco arbolado de la zona (algarrobos y olivos); y, por último, otra minoría, el concurrido grupo político, que acaparó, como siempre las cámaras y micrófonos; entre ellos el ministro de Trabajo, Eduardo Zaplana, y los candidatos a la Generalitat del PP y PSPV, Francisco Camps, y Joan Ignasi Pla, respectivamente.

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La romería partió a las 8 de la mañana de la concatedral de San Nicolás, en pleno corazón del casco histórico de la ciudad. Antes de iniciarse la caminata se repartieron unas 10.000 cañas con romero. A la comitiva religiosa se sumaron las autoridades y dirigentes políticos, y, tras ellos, el grueso de anónimos romeros. Todos, a pie, superaron primero las empinadas callejuelas de la cara este del casco histórico, para pasar, luego, al asfalto de la N-332 hasta el monasterio de la Santa Faz. Antes, a la mitad del itinerario, los romeros descansaron y cumplieron con otra enseña de la popular Peregrina: degustar los clásicos rollitos de anís -se distribuyeron 5.000 kilos- regados con unos tragos de mistela y cantueso.

Una vez en el monasterio se oficio una misa a cargo del obispo de la diócesis de Orihuela-Alicante, Victorio Oliver. A continuación se sacó del camerín la reliquia objeto de la veneración ante la que empezaron a postrarse y desfilar los peregrinos más devotos.

Unos peregrinos, una vez cumplimentado el ritual, retomaron el camino de vuelta, mientras el resto se disputaba, palmo a palmo, las raras zonas de sombra del deforestado entorno que rodea al caserío. Y en mesas provisionales, sentados o incluso de pie, empezaron a disfrutar de una jornada campestre y a devorar los bocadillos, las habas tiernas y la coca.

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