El PP y Aznar concentran las críticas de los sindicatos

El Gobierno del Partido Popular y su presidente, José María Aznar, fueron el blanco de las intervenciones reivindicativas con la que Joan Sifre y Rafael Recuenco, máximos responsables autonómicos de CCOO y UGT, cerraron la manifestación con ocasión del Primero de Mayo en Valencia.

Sifre denunció la falta de responsabilidad del Gobierno para afrontar la precariedad en el empleo o atajar la siniestralidad laboral que siguen sufriendo los trabajadores valencianos en pleno siglo XXI. El máximo responsable de CCOO apuntó la "connivencia y pasividad" del PP ante los patronos: "El Gobierno parece estar no sólo ausente, sino autista, porque no hace más que repetir las mismas cosas indenpendientemente del contexto, cuando tendría que intervenir más activamente ante un ciclo que está siendo negativo e intentar relanzar la economía".

Sifre lamentó que tanto el "gran capital como el pequeño empresario" opten por "la especulación inmobiliaria" ante la actual coyuntura, mientras el Gobierno beneficia las "rentas del capital" y "desmantela las instituciones de control".

El secretario general de CCOO denunció "cualquier clase de unilateralismo, ya sea biológico, militar, económico o político" para reclamar "un mundo en paz", la vuelta a la "legitimidad internacional" y condenar "una guerra colonial, imperialista".

"El torpe"

Recuenco fue directo a José María Aznar, "el torpe". El máximo responsable autonómico de UGT también incidió en la precariedad, en el elevado número de accidentes laborales y en la dificultad de los jóvenes para acceder a una vivienda.

Recuenco celebró las muestras de solidaridad que han reiterado los jóvenes valencianos en todas las concentraciones recientes. "El PP dice que a los jóvenes sólo les interesa el botellón, pero los jóvenes valencianos han dado una lección tras otra de solidaridad", dijo Recuenco. Y desgranó las ocasiones: la huelga general, la limpieza de las playas gallegas tras el desastre del Prestige o las manifestaciones contra la guerra en Irak.

El responsable de UGT bramó contra la agresión militar de Irak, alertó sobre las posibles consecuencias económicas de la invasión y denunció que "los dos periodistas, los dos trabajadores españoles muertos en la guerra, fueron asesinados".