Rabat da marcha atrás en su compromiso de readmitir inmigrantes

Las autoridades de Marruecos dieron ayer marcha atrás en el compromiso alcanzado para readmitir a parte de los inmigrantes ilegales que zarpan en patera de sus costas rumbo a España. El delegado del Gobierno para la Extranjería, Ignacio González, dejó ayer traslucir su malestar tras celebrar en Rabat una reunión del grupo de trabajo bilateral sobre inmigración.

El 3 de marzo pasado, funcionarios de ambos países alcanzaron en Málaga un acuerdo para empezar a cumplir el convenio hispano-marroquí sobre readmisión de ilegales suscrito en 1992. En aquel documento, Rabat se comprometió a readmitir a todos los ciudadanos de terceros países que, procedentes de su territorio, entrasen ilegalmente en España.

Rabat se ha resistido, sin embargo, a readmitirlos alegando que no estaba demostrado que las embarcaciones en las que viajaron hubiesen zarpado de sus costas. El mes pasado, su delegación en Málaga hizo una concesión al aceptar que le sean devueltos los inmigrantes si el patrón de la patera con la que llegaban a España era marroquí. Su nacionalidad constituía una prueba.

Ayer, en la segunda reunión del grupo de trabajo sobre inmigración, Yassin Mansuri, director general de Asuntos Interiores, se desdijo. Puso todo tipo de pegas al compromiso logrado en Málaga, según fuentes diplomáticas españolas. Anunció que dentro de unos días remitirá a sus interlocutores un documento con las matizaciones que desea introducir.

"No estamos satisfechos de los resultados", declaró a la salida González. El encuentro "no ha respondido a los objetivos que nos habíamos fijado".

Mustafá Sahel, el ministro del Interior marroquí, recibió, por la tarde, a González e intentó apaciguar su descontento. Anunció su disposición a viajar a Madrid para tratar de resolver con Ángel Acebes, ministro del Interior, el contencioso.