Aznar pide al Supremo "contundencia" para anular listas y que ETA "no participe" el 25-M

José María Aznar, presidente del Gobierno, pidió ayer al Tribunal Supremo que sus decisiones sobre las listas de independientes en el País Vasco que van a ser recurridas el jueves por la Abogacía del Estado y la fiscalía sean "suficientemente contundentes" para que ETA "con uno o 27 gorros" no pueda "participar en las elecciones" del 25 de mayo. "Espero, naturalmente, que las decisiones judiciales sean lo suficientemente contundentes, y las respetaré en todo caso, para que aquellos que defienden el terrorismo no puedan, en ningún caso, participar en las próximas elecciones del día 25", afirmó.

Dos días antes de que la Abogacía del Estado y la fiscalía presenten su recurso contra las listas electorales en el País Vasco por considerar que vulneran la Ley de Partidos al ser "una nueva marca" de Batasuna, el presidente del Gobierno expresó su opinión sobre cuál debería ser el resultado de la deliberación del Tribunal Supremo. Con la apostilla de que "respetará en todo caso" sus decisiones, pidió al Supremo que anule esas listas. Aznar justificó su opinión con este argumento: "No queremos terroristas sentándose en los ayuntamientos. Queremos que sean detenidos por la policía, que sean juzgados por los jueces y...". El estruendoso aplauso del público que, ayer por la mañana, llenaban el auditorio de la Feria de Muestras de Valladolid hizo inaudible el resto de su afirmación.

El líder popular optó por rebajar muchos grados el nivel de agresividad respecto al mitin que pronunció el domingo en la Casa de Campo. Dedicó un buen rato a "agradecer" a las fuerzas de seguridad las ocho detenciones efectuadas en la madrugada de ayer para desmantelar la plataforma Udalbiltza. "Eso forma parte del entramado de la organización terrorista y podemos estar satisfechos" de estas detenciones, sentenció Aznar.

Su intervención no eludió la diaria invectiva contra el PSOE, aunque con menos belicosidad que en ocasiones anteriores. Siempre en clave vasca, Aznar contó a los suyos que José Luis Rodríguez Zapatero había propuesto "levantar un muro en el País Vasco contra el independentismo". En realidad, lo que Zapatero dijo el lunes es que él considera el PSOE un muro contra el secesionismo en Euskadi.

En todo caso, el jefe del Ejecutivo terció que "lo que sobran son muros en el País Vasco, y lo que falta es una alternativa de Gobierno". Subrayó que "no hace falta levantar muros sino tener convicciones para plantear una alternativa a quienes quieren llevar al País Vasco fuera de España". A partir de ahí, otra crítica a Zapatero. "¿Podemos confiar en el partido socialista, y a mí me gustaría, cuando se le ha pedido construir una alternativa en el País Vasco y ha dicho que no? ¿Cuando se le han ofrecido listas conjuntas en el País Vasco y ha dicho que no?".

Llamazares-Zapatero

La última oferta de listas conjuntas que el PP hizo al PSE-PSOE se limitaba a aquellos municipios en los que, tradicionalmente, no ha podido presentarse nunca ninguno de los dos grandes partidos. Tras la negativa socialista, el PP presentó candidaturas en esos pueblos, que ahora sólo compiten con una lista que puede ser ilegalizada por el Tribunal Supremo esta semana.

Aznar no olvidó reiterar su último ataque contra lo que él denomina la coalición Llamazares-Zapatero. "¿Podemos confiar en el señor Zapatero cuando mantiene una coalición con el señor Llamazares, y el representante más distinguido de la parte Llamazares de la coalición, que se llama [Javier] Madrazo, forma parte del Gobierno [de Juan José] Ibarretxe, formó parte de Estella y es partidario de la secesión del País Vasco?". No se contestó.

Antes de enfrascarse en el País Vasco, Aznar hizo un somero repaso del impacto de la guerra de Irak en el PP. Reiteró que han intentado "dividirles" y no lo "han conseguido" porque "el PP es un equipo formidable". "A aquel que lo intente dividir, que busque traidores en su seno, podemos decirle que aquí no hay traidores, que aquí hay unidad". A propósito de la guerra, Aznar hizo lo más parecido, hasta ahora, a una moderada autocrítica. "Gobernar es tomar decisiones, saber que hay que tomar decisiones difíciles, y elegir entre opciones que no son buenas pensando siempre en lo mejor para España". Situó así su elección entre "opciones que no son buenas".