Los contenedores de Córdoba recordarán el horario de depósito con un contestador

La adaptación a las normas medioambientales de la Unión Europea ha dado lugar en Córdoba a una idea original: la informatización los servicios de basuras de Sadeco, empresa municipal de limpieza. La medida, que ha provocado muchos comentarios irónicos, es la de dotar a los contenedores urbanos de una especie de contestador automático. Este se activará cuando el usuario levante la tapa y le recordará el horario de depósito.

Los usuarios recibirán además de la información horaria, datos sobre el contenedor más cercano en el caso de que el suyo esté completo o el tipo de residuos que almacena. Enrique Villegas, vecino de Córdoba de 56 años, está de acuerdo con la iniciativa porque si la gente no cumple el horario "en verano no hay quien pase cerca de un contenedor". No obstante, cree que habrá algún despistado que se asomará al depósito "para ver si hay alguien dentro". A su mujer, María del Carmen Flores le suena a "cachondeo".

Quien no se toma a broma es al vicepresidente de Sadeco, Ángel Gómez, que lo considera un gran paso para la comunicación al ciudadano de sus obligaciones. Gómez cree incluso más importante que el contenedor avise del deber ciudadano que el hecho de que esté conectado a los Bomberos y la Policía Local para evitar actos vandálicos. En 2002 se incendiaron 200 contenedores y deterioraron otros 200 en la ciudad.

El sistema ha sido ideado por la empresa de Fernán Núñez, Litsur Technology, que ha empleado año y medio en este sistema. Los contenedores incorporarán un dispositivo de localización GPS para controlar que estén en su sitio. Sadeco también controlará la frecuencia de actuación de los barrenderos, así como el peso y volumen de residuos que estos retirarán de las calles.

A lo largo de este año las barriadas de Fuensanta, Fátima-Levante, Sector Sur y Campo de La Verdad serán las primeras en las que se escucharán hablar a los contenedores. La iniciativa cuesta un millón de euros y el Ayuntamiento de Córdoba espera una subvención europea que ronda el 80% del total. En Córdoba, los más chistosos se relamen con las situaciones que se pueden producir. Algunos no descartan que los más despistados establezcan conversaciones con su contenedor.