Coín, el golf y el agua
Coín (Málaga), una ciudad fundada por los árabes en el siglo X a los pies de una ladera para aprovechar la fuerza motriz de las aguas de su nacimiento y regar con éstas las ricas huertas que discurren desde este manantial hasta prácticamente la vega del Guadalhorce, puede verse seriamente afectada por el desastre que se cierne sobre el acuífero de Sierra Blanca.
Según un estudio realizado por técnicos del Instituto Geológico y Minero de España, dependiente del Ministerio de Ciencia y Tecnología, el proyecto urbanístico denominado Los Llanos de la Sierra de Coín, que contempla más de mil viviendas y dos campos de golf, a modo de conclusión expone "que el proyecto urbanístico y los campos de golf proyectados pueden afectar potencialmente de manera negativa a los recursos hídricos subterráneos del acuífero de la Sierra de Mijas, en general, y al aprovechamiento existente en el entorno del lugar, en particular, y, en concreto, al Manantial de Coín".
En cuanto a la cantidad del agua hay que especificar que el proyecto se ubica justo encima de la zona de captación y se nutre directamente del acuífero, con la evidente merma del caudal que abastece a este pueblo y a otros limítrofes, como los de Alhaurines, Cártama, Monda. En cuanto a la calidad "conlleva un riesgo notable de contaminación potencial de las aguas subterráneas, pues constituye una vía directa y rápida de infiltración de cualquier contaminante (plaguicidas, fungicidas, vertidos)".
Desde la Mesa por el Agua, constituida por asociaciones como Procure, Jara, Lacobia, Rocadura, Las Flores, Comunidades de Regantes y los partidos políticos PSOE, PP, IU, PSA y A. Coín, no entendemos cómo la Delegación de Medio Ambiente no paraliza el proyecto si su visto bueno estaba condicionado al informe encargado por ellos mismos, en su poder desde enero de 2002, al Instituto Geológico y Minero de España que desaconseja el proyecto. Tampoco podemos comprender la aprobación de la Delegación de Obras Públicas a la modificación del PGOU en esta zona y el inicio de movimientos de tierra sin atender a las preceptivas que emanan del informe que ha de condicionar el beneplácito de la Delegación de Medio Ambiente. No entendemos la actitud del equipo de gobierno del PA, que ha hecho suyo el proyecto y que lo defiende a sabiendas del peligro que conlleva su realización.
Exigimos que ya que se nos ha alineado como "segunda línea de costa", que desde las Administraciones se adopten las medidas pertinentes de vigilancia y tutela ante iniciativas que nos hacen pensar que estar cerca de la costa puede suponer más una condena que un beneficio.
Mientras en Sevilla la Administración quiere hacer de Tablada el pulmón de la ciudad, en Málaga destruimos nuestro ya existente patrimonio natural. En Sevilla existe una idea de desarrollo sostenible, mientras en Málaga hipotecamos nuestro futuro a un insostenible desarrollo.
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