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La debilidad de la economía estadounidense provoca la caída del dólar y de las bolsas

El euro cotiza a 1,104 dólares en sus niveles más altos desde su creación en 1999

La débil evolución de la economía estadounidense, según constató la Reserva Federal el pasado miércoles, pasó ayer factura a los mercados financieros. El dólar volvió a depreciarse con un euro en sus niveles más altos desde su creación hace cuatro años. En las bolsas, los recortes fueron generalizados. El Ibex 35 perdió el 0,92%, Londres bajó el 1,7%, París, el 2,01%, y Francfort, el 2,78%. La negativa apertura de Wall Street favoreció estos recortes. A media sesión, tanto el índice Dow Jones como el tecnológico Nasdaq se dejaban casi un punto porcentual.

Las malas noticias sobre la macroeconomía y los desiguales resultados empresariales pusieron ayer fin a las alzas acumuladas por los mercados en los últimos días. El dinero se lo piensa mucho con una economía estadounidense que sigue dando muestras de debilidad, como evidenció el Libro Beige de la Reserva Federal que se conoció el pasado miércoles.

Los analistas de la OCDE echaron ayer más sombras sobre el futuro de las economías desarrolladas. El informe de este organismo apunta a que la recuperación económica será este año "débil y vacilante", una vez que se vayan disipando las tensiones geopolíticas. Además, rebaja sus previsiones de crecimiento, especialmente en la zona euro por la paralización de la economía alemana.

Los resultados empresariales que se publicaron ayer tampoco ayudaron. Deutsche Bank tuvo unas pérdidas después de impuestos de 200 millones de euros en el primer trimestre de este año debido a los elevados costes de amortización y pérdidas en seguros. La caída de beneficios en las firmas Siemens y Dassault tuvieron distintas lecturas, ya que algunos analistas consideran los descensos menores de los previstos.

Este panorama impide la continuidad alcista en los mercados de acciones. Los inversores optaron por recoger los beneficios acumulados en las últimas sesiones y bolsas, como las de Londres y Francfort, volvían a ofrecer un resultado negativo en el cómputo anual. En este aspecto, el mercado español continúa como el más rentable de los principales mercados con una ganancia del 8,12% en su índice Ibex durante estos casi cuatro meses de ejercicio bursátil.

Así, pese a que las bolsas tuvieron en la apertura intentos alcistas, los cierres arrojaron pérdidas. Francfort fue el mercado más castigado con un descenso del 2,78%, París bajó el 2,01%, Londres el 1,70% y el español Ibex 35 retrocedió el 0,92%.

Pese al ambiente negativo de ayer, hay un fondo optimista por la caída del precio del crudo y la cercanía en el fondo de la crisis. Ya se sabe que la Bolsa tiende a adelantar, al menos un semestre, la mejora de la economía real.

En los mercados estadounidenses, las noticias fueron contradictorias. De un lado, se produjo un aumento de las peticiones de desempleo sobre las previsiones y, de otro, los pedidos de bienes duraderos se incrementaron un 2% en marzo respecto al mes anterior por el repunte del sector de la defensa. Además, el presidente estadounidense, George W. Bush, reanudó ayer su presión a los republicanos más moderados con el fin de rebajar aún más los impuestos.

Esta visión negativa sobre la economía estadounidense favoreció al euro, que ayer llegó a cotizar en niveles de 1,104 dólares, los más altos de los últimos cuatro años. En lo que va de ejercicio, el euro se ha revalorizado un 5% frente al dólar, y esta situación realimenta la debilidad del billete verde.

Los inversores estadounidenses están obteniendo buenos resultados con sus inversiones europeas. Una ganancia que se consigue tanto por unos tipos de interés más elevados a la que ofrecen los activos estadounidenses, como por la propia apreciación del euro frente a su divisa. Así, por ejemplo, un inversor estadounidense que colocase en enero su dinero en la Bolsa española acumularía una ganancia en el ejercicio del 13,70%.

En los mercados de bonos primó la tranquilidad con una ligera subida de los precios y, consecuentemente, con una caída de las rentabilidades. El bono español a 10 años situó su rentabilidad en el 4,18%.

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