Consumidores del producto Bio-Bac se encierran en una iglesia
Siete familiares de enfermos consumidores del producto Bio-Bac se encuentran encerrados desde el mediodía en la iglesia Nuestra Señora de las Maravillas, en Madrid, con la intención de permanecer allí hasta que Sanidad permita el consumo de este compuesto, que los encerrados consideran fundamental para su salud, pero que el ministerio no autoriza. Aunque inicialmente este grupo se encerró en el interior del templo tras la misa del mediodía, dos horas después, tras conversar con la policía y con representantes de la iglesia, pasaron a una sala aneja de la parroquia, donde tienen comida.
Los encerrados se han comprometido a no interferir la celebración de las misas, informó el portavoz. En las inmediaciones de la iglesia hay otros 11 afectados por la retirada del Bio-Bac, entre ellos la vicepresidenta de la asociación de consumidores de este producto, Carmen Morán.
"Se mantendrá el encierro el tiempo que sea necesario hasta que nos den una solución, ya que hay mucha gente a la que se le ha acabado el Bio-Bac y están poniéndose peor; queremos que nos devuelvan el producto para tomarlo como fórmula magistral o de la manera que sea", dijo.
Desesperación
Para la asociación, de la que ha partido esta iniciativa, se quiere responder así a una situación "tremendamente dolorosa" que ha llevado a enfermos y familiares a una "lógica desesperación e ira" y les ha "empujado una vez más a dar un paso que jamás hubieran pensado tener que dar".
En este sentido, Morán insistió en la responsabilidad que el ministerio tiene también en esta situación, asegurando que sus responsables "les han mentido", tras semanas esperando a que se pronunciaran a cerca de la posible aprobación de Bio-Bac como complemento dietético, si el fabricante así lo autorizaba.
Morán afirmó que a este acto de protesta han venido afectados de diferentes zonas de España. Un portavoz de la parroquia dijo que las personas que se han encerrado en la iglesia realizaron esta acción sin advertencia previa.
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