Alcachofas, rosas azules, vermut y la lectura de las 'rondaies'

Pocos pueblos y ciudades de Cataluña y Baleares se quedaron ayer sin su puesto de libros y rosas. En Girona, el éxito del día de Sant Jordi se mide por los codazos de la muchedumbre apretujada en la rambla. La de ayer se cuenta entre las de éxito más madrugador, explica Gerard Bagué. Hacia las diez de la mañana, el paseo urbano era un centro de creciente bullicio que ya amenazaba con estallar a media tarde. Los autores gerundenses, dispuestos a estampar la firma en sus obras más reciente, fueron un año más el clásico cebo convocado por los puestos de libros para incitar a la compra. Con cara de circunstancias y un éxito desigual, firmaron ejemplares de sus últimas producciones Josep Maria Fonalleras, J. N. Santaeulàlia, Lluís Muntada, Núria Esponellà, Assumpció Cantalozella y Jordi Arbonés, entre otros. El precio de las rosas, que en algunos casos superaba los 11 euros, hizo ganar clientes a un puesto de activistas contra la guerra que ofrecían una alcachofa y un poema por sólo dos euros.

Con motivo del Any Moll, en Palma de Mallorca hubo lectura pública de cuentos

También reivindicativas fueron las rosas azules que distribuían los de la Plataforma para la Defensa del Ebro como símbolo "de que el río es vida" en la Rambla Nova de Tarragona, ciudad en la que ayer comenzó oficialmente la temporada de castells, informa Efe. En conjunto se han presentado este año 130 novedades locales, que como es habitual fueron bien recibidas por los tarraconenses, si bien los libros de autores mediáticos, como Xavier Grasset y Andreu Buenafuente, acapararon la atención de los compradores.

En Mallorca hubo un incremento del número de puestos de librerías y centros culturales, informa Andreu Manresa. Más que las grandes novedades, que también tuvieron salida, la clientela habitual agradece que las librerías desempolven sus fondos generales y las colecciones antiguas. Coincidiendo con el Año Moll, en el Ayuntamiento de Palma se celebró una lectura pública de las Rondaies mallorquines recopiladas por Antoni Maria Alcover.

En Lleida, uno de los actos más concurridos fue el tradicional vermut literario organizado por una librería de la ciudad, que cada año se convierte en punto de encuentro de escritores y lectores, informa Lluís Visa. Esta vez la producción literaria de los autores locales no ha sido tan abundante como otros años, pero no por ello el público ha dejado de interesarse por las novedades de tema relacionado con las comarcas de Poniente. Algunos de los más vendidos fueron El rei de la Val d'Aran, de Pep Coll; Digueu-li Dulima, de Francesc Pané, y Estimàvem Celentano, de Josep A. Chauvell.