Tablada verde
Hace más de cuatro años, la asociación Amigos de los Jardines de la Oliva recogía en su boletín informativo y difundía a través de charlas la preocupación sobre el destino de la Dehesa de Tablada, considerando que lo correcto sería perpetuarla como zona verde, un pulmón de oxígeno para la ciudad. Entonces se hizo hincapié en su valor histórico por los hechos allí acaecidos, junto a sus indudables valores ecológicos y antropológicos.
En el siglo XIII, el sabio rey Alfonso X dona la dehesa de Tablada a la ciudad de Sevilla para el disfrute de sus vecinos. Partiendo de este hecho no podemos dejar de reclamar su uso público, es decir, que se convierta en una zona verde para el disfrute de todos. Pero, de nuevo, los intereses inmobiliarios se oponen a este proyecto, siempre cegados por el afán de poseer dinero a costa de hormigonar lo que es de todos y a la vida que nos sustenta.
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