Los barceloneses escapan y su ciudad la ocupan los turistas

Las colas para visitar el templo de la Sagrada Familia contrastaban ayer con las calles semivacías de gran parte de Barcelona, abandonada por sus habitantes desde que el pasado jueves se produjo el éxodo masivo de Semana Santa. El tiempo inestable vació las playas y empujó a los visitantes hacia los monumentos más emblemáticos de la ciudad. Fuera de la capital, los barceloneses se llevaron consigo los atascos a las zonas turísticas. En Mont-ras, en dirección a Palamós (Baix Empordà), se produjeron siete kilómetros de cola, así como en los peajes de la A-7 en La Roca del Vallès en dirección norte, y en Tarragona, en dirección sur. Los problemas circulatorios, sin embargo, se terminaron hacia las 13.30, cuando llegó la hora del almuerzo. Tráfico teme que el empeoramiento del tiempo -se esperan lluvias generalizadas- empuje a quienes han salido de las ciudades del área metropolitana a adelantar su vuelta al día de hoy.