Los kurdos denuncian el hallazgo de 2.000 cadáveres cerca de Kirkuk
Los restos corresponden presuntamente a víctimas de la limpieza étnica de los años ochenta
Las nuevas autoridades kurdas de Kirkuk, que fue ocupada por peshmergas (milicianos) y fuerzas de EE UU el pasado día 10, afirman que han hallado un conjunto de tumbas con 2.000 cadáveres, en su mayoría sin identificar, de supuestas víctimas de la represión del régimen de Sadam Husein, según informó el jueves la televisión estatal británica BBC. El canal Kurd Sat, que emite desde Suleimaniya, había asegurado el día anterior que se habían encontrado hasta 3.000 tumbas sin identificar dentro de un antiguo campamento militar iraquí de Kirkuk.
En la tarde del jueves, los responsables locales y de las fuerzas de paracaidistas de Estados Unidos consultados por el enviado especial de EL PAÍS decían desconocer la existencia del cementerio clandestino, mientras algunos habitantes de la ciudad fueron incapaces de indicar su localización.
Los líderes de la Administración autónoma kurda, que ha escapado al control de Sadam desde 1991, han sostenido que la campaña de represión y exterminio emprendida por el régimen del partido Baaz contra el pueblo kurdo -el llamado periodo del Anfal, que se extendió hasta finales del los años ochenta-, se cobró más de 100.000 vidas. Su máxima expresión se registró hace 15 años con el bombardeo con armas químicas de la ciudad de Halabha, en el que murieron más de 5.000 civiles. Los testimonios de algunos supervivientes del Anfal coinciden en asegurar que muchos de los kurdos expulsados de sus aldeas por el Ejército fueron fusilados y enterrados en fosas masivas.
La cadena Kurd Sat aseguró que un vecino les indicó la existencia del cementerio clandestino, situado en una antigua instalación militar cercana a la casa que tenía en Kirkuk Alí Hasan al Mayid, más conocido por su apodo de Alí el Químico, considerado como el cerebro del ataque con gas mostaza y otros contra Halabha. Los cadáveres localizados presentaban, según la misma fuente, restos de ropa de paisano. Los responsables de la nueva Administración de Kirkuk han pedido a los familiares de desaparecidos que no desentierren por su cuenta los cadáveres "para no destruir pruebas".
La información de la BBC no oculta sus sospechas sobre la versión oficial kurda -que cita también la existencia de un combatiente de sus milicias entre los cuerpos localizados-, ya que no es posible constatar por medios independientes la existencia de los cadáveres en el supuesto cementerio clandestino. Algunas de las tumbas tienen lápidas, mientras otras no presentan ningún tipo de identificación, según las imágenes mostradas por la cadena británica.
La información sobre la supuesta fosa común procedente de la Administración de la Unión Patriótica del Kurdistán (UPK), que controla de hecho el canal Kurd Sat, se produce precisamente después de que la organización de defensa de los derechos humanos Human Rights Watch (HRW), con sede en Washington, hiciese público el pasado martes un informe en el que se acusaba a las fuerzas de las milicias kurdas de haber expulsado de sus hogares a familias árabes.
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