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Los 217.673 extranjeros ya son el 4,8% de la población valenciana

La mitad de los residentes foráneos son de la UE y el 66% del total se concentra en Alicante

Los residentes extranjeros en la Comunidad Valenciana son 217.673, un 4,8% de la población total, según un estudio de la Universidad de Valencia con datos del padrón de 2001. Por delante de las tres provincias valencianas están sólo Madrid (366.099 extranjeros) y Barcelona (310.307). La mitad de ellos son ciudadanos de la Unión Europea y el 66% se concentra en la provincia de Alicante, fundamentalmente en las comarcas de La Marina Alta y Baixa, y la Vega baja. Los autores del trabajo destacan que los datos de 2002 y 2003 reflejarán aún mayores cifras.

La Comunidad Valenciana, con el 4,8% de ciudadanos extranjeros, se ha situado de forma vertiginosa en la media europea (5%), ya que según los datos del padrón de 1996 el porcentaje de población nacida fuera de España era del 0,37% y 14.776 personas frente a las 217.673 empadronadas en 2001. En todo caso, estas cifras se encuentran lejos aún de los países con més ciudadanos foráneos. Luxemburgo es el que mayor porcentaje tiene con un 33%, seguido de Austria (9,3%), Alemania (9,0%) y Bélgica (8,3%). Francia o Reino Unido se mantienen en niveles más bajos (5,5% y 3,8%).

El estudio obedece a un encargo realizado por Bienestar Social dirigido a analizar la inmigración valenciana y diseñar el Plan Valenciano de la Inmigración. Los autores, dirigidos por el profesor Antonio Ariño, advierten de que la información corresponde a 2001, y apuntan que los datos de 2002 y 2003 reflejarán unas cifras "notablemente más elevadas". Para ilustrar esta situación ponen el ejemplo de Torrent, donde en marzo de 2002 el padrón registraba 1.437 inmigrantes, mientras que en enero de 2003 la cifra había ascendido a 3.059 de 79 nacionalidades diferentes.

Multiplicadas por 7,5

Las cifras del estudio reflejan que las entradas de extranjeros se han multiplicado por 7,5 en cuatro años al pasar de 10.481 en 1998 a 78.050 en 2001. Entonces, la valenciana tomó el relevo de Cataluña como segunda autonomía más receptora de ciudadanos nacidos fuera de España, por detrás de Madrid (134.909) y por delante de Cataluña (46.320).

Otro aspecto que destaca el estudio respecto a las llegadas es el paulatino descenso del peso de los ciudadanos de la Unión Europea. Mientras en 1998 un 59% de los extranjeros que llegaban a la Comunidad Valenciana venían de la Europa de los 15, en 2001 la cifra bajó hasta el 27%. Este vacío ha sido ocupado por ciudadanos africanos (20,9% de los nuevos inmigrantes) y, sobre todo, suramericanos (38,7), hasta el punto de que por cada uno de estos últimos que llegaba en 1998, en 2001 eran 29.

Pese a esta variación de la tendencia de hace cinco años, el peso de la población de la Unión Europea sigue siendo mayoritario. El 50,6% del total de residentes extranjeros en 2001 pertenecía a uno de los 15 miembros de la unión, seguido de Suramérica (15,7%), el resto de europa (14%), el Magreb (10,5%), Asia (3,7%), América Central y del Norte (2,9%) y el resto de África (2,4%). La mayoría de la población total de extranjeros se concentra en Alicante (el 66%) y especialmente en las comarcas de la Marina Alta, La Marina Baixa y la Vega Baja. Sin embargo, esta concentración no refleja la diversidad de la inmigración. De los que residen en esta provincia, la amplia mayoría (el 85%) tienen ciudadanía de la unión, es decir, son personas con poder adquisitivo elevado que han elegido esta zona para retirarse a vivir sus últimos años. Esta situación se refleja por el hecho de que la mayoría de esta población es mayor de 64 años y hay un equilibrio entre hombres y mujeres. El modelo de los inmigrantes suramericanos es muy distinto: es población en edad activa y hay un mayor número de mujeres. Entre los ciudadanos asiáticos y africanos, se mantiene la franja de edad pero el peso es fundamentalmente masculino.

Distribución provincial

Si los europeos occidentales se agrupan en Alicante, las otras dos provincias también presentan cartacterísticas particulares. En la provincia de Castellón se encuentran buena parte de los inmigrantes procedentes del Magreb (el 21,4% del total qyue residen en la Comunidad Valenciana) y de los países de la antigua Europa del Este (17,2%). Los comunitarios apenas sobrepasan el 4% y se encuentran por debajo incluso de los norteamericanos, con un 5%. En Valencia se concentran especialmente los residentes con nacionalidades surameridcanas (el 46% de los residentes), centroamericanas (48,6%) y subsaharianas (62%).

El consejero de Bienestar Social, Rafael Blasco, saludó el hecho de que la Comunidad Valenciana sea la tercera en número de residentes extranjeros y apuntó: "El fenómeno de la inmigración supone siempre un enriquecimiento económico y cultural para el lugar de acogida". Blasco añadió que "la presencia de personas inmigrantes debe ser considerada como un elemento positivo que nos permite conocer la existencia de otros modos de vida cuyos distintos planteamientos podemos aprender".

Integración con sombras

"En líneas generales, el asentamiento de la población inmigrante se está produciendo sin especiales tensiones". El diagnóstico de la inmigración en la Comunidad Valenciana elaborado por la Universidad de Valencia aborda cuestiones relacionadas con la presencia social, laboral o cultural de la población extranjera así como su atención sanitaria o su cobertura educativa. Y el balance general es positivo aunque con reservas.

Por ejemplo, la relativa al hecho de que el 84% de los valencianos se mostrara favorable, según una encuesta realizada en octubre de 2002, a que se facilite la entrada a los inmigrantes siempre y cuando tengan contrato de trabajo. Los responsables del informe destacan que un tercio respondiera que la inmigración es algo esencialmente negativo, o que el 57% estime que la legislación actual es tolerante -un 35% sostiene incluso que es demasiado tolerante-. Además se mantienen tópicos, como el que comparte el 56% de los valencianos al creer que los extranjeros quitan el puesto de trabajo a los valencianos, o el 76% que estima que el aumento de inmigrantes favorece un incremento de la delincuencia en la sociedad.

Entre los aspectos esperanzadores, los autores destacan que, en general "prima una conciencia integracionista o predispuesta hacia la integración". O que el 60% de los valencianos se manifestó a favor de la regularización de los inmigrantes sin papeles y que el 71% apoya la posibilidad de que los extranjeros puedan traer su familia consigo. Cifras más altas estaban de acuerdo en que pudieran practicar su religion (73%) o que mantuvieran su lengua y sus hábitos culturales (71,1%). También existe un amplio acuerdo en que se potencien políticas favorables dirigidas a impulsar la integración por parte de la Generalitat.

En esta línea, se recogen algunas recomendaciones, como la de tener en cuenta las situaciones particulares de los distintos colectivos "con el fin de que no prosperen procesos de autorrepliegue" o el carácter "imprescindible" de las entidades asociativas de extranjeros "para el fortalecimiento de la convivencia intercultural".

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