Esperando a De Niro

Málaga recibirá con alfombra roja al equipo de la película El puente de San Luis Rey, que se rueda desde el 4 de abril en España, con un reparto de estrellas entre las que destacan Robert de Niro, Harvey Keitel, Kathy Bates y Pilar López de Ayala. Los ayuntamientos no cobrarán tasas y han puesto sus servicios a disposición de la productora. Los malagueños han acudido en masa, por dos veces, a apuntarse para ser extra y poder ver de cerca a las figuras. Un total de 40 actores locales se ha disputado seis papelitos cortos. El Festival de Cine de Málaga y el rodaje en esta ciudad arrancan al unísono, el 25 de abril.

Ana Marina Orellana Carrasco es de El Palo, el barrio más oriental de Málaga y uno de los más populares. Vive en Londres. Es la esposa del irlandés Garrett McGuckian y cuñada de Mary McGuckian, la directora de El puente de San Luis Rey. Gracias a su cuñada, Mary McGuckian conoce bien la ciudad. Y Garrett McGuckian más aún: "Habla un excelente andaluz, con acento paleño", cuentan quienes se han entrevistado con él, desde que el 18 de marzo de 2002 fue por primera vez con su hermana a la oficina de la Málaga Film Office, que gestiona las grabaciones cinematográficas en la ciudad, a pedir ayuda para localizaciones que pudieran representar el Perú colonial del siglo XVIII.

Muchos aspirantes a participar en el filme sólo pretenden ver de cerca a sus ídolos

La productora de los hermanos McGuckian (Pembridge) tenía comprados los derechos de la novela de Thornton Wilder que cuenta la investigación de un fraile sobre la vida de cinco personas que mueren en el hundimiento de un puente, en Perú en 1714. Tony Blair la puso de actualidad en septiembre de 2001, en Nueva York, cuando utilizó los dos últimos párrafos del libro en su oración fúnebre por las víctimas del 11 de Septiembre. Esto parece que ayudó a enrolar en el proyecto a distribuidoras y grandes estrellas norteamericanas, como Robert de Niro, Harvey Keitel, Kathy Bates y F. Murray Abraham, junto a actores europeos, como Pilar López de Ayala, Gabriel Byrne o Geraldine Chaplin. El proyecto es, finalmente, una coproducción hispano-franco-británica.

Con la indisimulada ambición de compartir pantalla con todos ellos, varios miles de personas, de diferentes nacionalidades, acudieron la semana pasada y han tenido que volver ésta a dos selecciones de extras. La productora rompió con la empresa encargada de las audiciones, lo que obligó a repetirlas. Al principio pagaban 50 euros por día, que ahora se han quedado en 30. Pero muchos de los aspirantes lo que pretendían era estar en primera fila para ver a sus ídolos, en especial a De Niro: "Aunque haya sido un sieso y tenga ya sus añitos, está para comérselo", decía una candidata en la cola para la selección. El actor estadounidense es en la película el arzobispo de Lima, un personaje muy secundario en la novela, que gana protagonismo en el filme.

Hacen falta unos trescientos extras. Se buscaban hombres y mujeres de aspecto español, andino o asiático. También enanos, cojos y mancos. Un coro de niños y uno o dos bebés. Otra selección pretendía encontrar seis actores locales para papeles cortos: un capataz de barco de unos cincuenta años; un galán treintañero; una actriz de teatro, veinteañera y atractiva; un funcionario de aduanas, cincuentón; el portero de una plaza de toros, y un propietario de taberna, gordo y malencarado. Para formar parte del elenco local se presentaron 40 aspirantes. Los elegidos cobrarán entre 400 y 500 euros al día.

Las instituciones locales han estado dispuestas desde el primer momento a agradar. Tanto el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre (PP), como el de Antequera, Jesús Romero (PSOE), han ordenado colaborar gratuitamente, convencidos de que la película y las siete semanas de rodaje serán una enorme promoción para sus ciudades. En Málaga, se adaptará la fachada del palacio del Obispo, de 1772, para que parezca la plaza de Armas de Lima medio siglo antes. Al Teatro Cervantes, del XIX, se le harán retoques de telones y lámparas. Allí Pilar López de Ayala interpretará su papel de la Perichola, actriz, amante del virrey (Murray Abraham) y madre de Jaime, una de las víctimas de la rotura del puente.

En Antequera se rodará tres días en una plaza de toros de 1848 que, con los adornos adecuados y su aspecto criollo, pasará por el de Lima. También en Antequera, el palacio de Villadarías (de 1715) hará las veces del de la marquesa de Montemayor (Kathy Bates), que muere en el puente con su criada Pepita.

No se construirá un puente de juncos entretejidos en los cortados de los Gaitanejos, paraje protegido donde se supone que estará el puente que se hunde. Tampoco se hará por ordenador, sino con un truco clásico del cine: un puente construido en el suelo para rodar las escenas y una maqueta para sustituirlo. El único lugar de Málaga donde les cobran es en el puerto; tampoco mucho, han adelantado 4.000 euros. En el moderno dique de Levante ya han empezado a construir un decorado en el que se simulará la botadura de un barco que partirá para España.

La llegada y el alojamiento de las estrellas es una información confidencial. Se intenta evitar la presión sobre los actores. El 3 de abril, la presentación de la película en Madrid estuvo rodeada de polémica. De Niro y el resto de actores huyeron agobiados por la prensa. El comienzo del rodaje, hacia el 25 de abril, coincide con el inicio del Festival de Cine de Málaga, por cuya alfombra roja se espera que transite alguna de las estrellas del filme.