Un libro recupera las crónicas de Irene Polo en la prensa catalana de los años treinta
El 24 de enero de 1936 el mundo periodístico de Barcelona se reunía en el Oro del Rhin para homenajear a Irene Polo. Polo, de tan sólo 26 años, era periodista, una de las pocas mujeres que trabajaban en las redacciones de la Barcelona de entonces, pero había decidido unirse a la compañía de Margarida Xirgu en su expedición hacia Argentina. Dejaba tras de sí un montón de artículos periodísticos dedicados a los temas más variopintos publicados en Imatges, La Humanitat, La Rambla, L'Opinió, L'Instant y Última Hora. Una selección de ellos se recoge en el libro La fascinació del periodisme. Cròniques (1930-1936), que publica Quaderns Crema. La selección de artículos y la introducción han ido a cargo de Glòria Santa-Maria y Pilar Tur.
"Irene Polo fue una estrella meteórica que me ha dejado un recuerdo brillantísimo", dice el también periodista Carles Sentís, que coincidió con ella en la redacción de L'Instant. Se llevaban sólo dos años. Polo había nacido en 1909 y Sentís, en 1911. A juicio del veterano periodista, "si el país hubiese sido normal y ella no hubiera muerto joven, Polo habría sido la Françoise Giroud del periodismo catalán". Polo se suicidó en Argentina en 1942, tres años después de la disolución de la compañía de la Xirgu, en la que había trabajado como asistente.
De formación autodidacta y con gran sensibilidad por los temas sociales, Polo inició su trabajo como periodista a los 20 años. Al principio le encargaban textos sobre cuestiones consideradas femeninas, como artículos sobre moda que trató siempre con ironía. La misma distancia divertida y crítica que aplicó también para denunciar la censura del bienio negro y a comentar cuestiones tan de actualidad como el número de asistentes a los mítines políticos. "En esa época la inteligencia y la calidad periodística y literaria se demostraban con la ironía", añade Sentís. Los periódicos en que trabajó Polo, continúa, "se hacían a punta de pluma. No se buscaba tanto la noticia como el comentario, la manera de decir las cosas".
Además de reportajes como los que realizó a raíz de las huelgas en las minas de Sallent y Súria y las Juventudes de Acción Nacional, entre muchos otros, el libro incluye también entrevistas con personajes tan variados como Pío Baroja, Buster Keaton y Josep Lluís Sert, así como una buena representación de la clase política de la época. Hay incluso un artículo de 1930 en que narra una entrevista frustrada con Francesc Cambó. A juicio de Sentís, los artículos reflejan con exactitud el "clima" anterior a la guerra civil y un periodismo hecho por personas que no eran exactamente periodistas.
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