El seguimiento de la huelga fue desigual y con poco eco social
La fórmula utilizada para convocar la huelga de dos horas de ayer contra la guerra, en la que el horario de paro variaba en función del tipo de jornada laboral, dificultó su seguimiento. Más allá de cifras y estimaciones, el paro fue desigual, aunque con escaso eco entre los ciudadanos. La huelga se dejó sentir con mayor intensidad en la administración y en el sector docente, mientras que fue secundado de forma más irregular en industria. La jornada transcurrió sin incidentes.
En el sector productivo, el seguimiento más masivo se detectó en algunas grandes firmas, como la Ford en Almussafes. La planta paralizó su producción durante los paros y ayer se dejaron de fabricar alrededor de 400 coches, según la dirección. UGT en Ford recordó ayer que el sector de la automoción es uno de los que se verá más afectado por la guerra en Irak. En otras empresas se pactaron fórmulas alternativas y así, por ejemplo, en la planta de Alstom en Albuixec, CCOO, UGT y CGT acordaron una hora de paro que fue secundada por los trabajadores de talleres. Otro ejemplo se vio en Formaempleo, donde los stands de la Universitat de València, de la Jaume I de Castellón y de la Miguel Hernández de Elche cerraron dos horas. En muchas otras empresas se realizó un paro de quince minutos. En las firmas pequeñas y en comercio apenas se sintió.
UGT, CGT y la Intersindical Valenciana se mostraron satisfechos mientras que la patronal y el Gobierno minimizaron la protesta. En Alicante, UGT cifró entre en un 65 y un 70% el seguimiento del paro. En conjunto, UGT-PV calificó el seguimiento de "mayoritario". El sindicato que lidera Rafael Recuenco explicó que hasta mediodía el paro fue "ampliamente seguido". En la Administración valenciana el índice de participación fue del 70%, según la Federación de Servicios Públicos de UGT-PV y la IV. En las Cortes esta estimación se elevó hasta el 100% . En la enseñanza, los sindicatos cifraron un seguimiento del 65% en infantil y primaria, del 75% en secundaria y del 95% en las universidades. También destacaron el seguimiento en transporte.
Recuenco explicó que el objetivo no era parar las empresas, sino permitir a los trabajadores que protestaran contra la guerra. Y destacó que se han cumplido "a rajatabla" unos servicios mínimos "abusivos". La IV denunció alguna amenaza del Gobierno y la patronal y CGT se congratuló del " resurgir de los movimientos sociales y de las protestas ciudadanas".
Para el Consell, el seguimiento fue "prácticamente nulo". Y la patronal Cierval consideró la cobertura "escasa", y subrayó la "normalidad" de la jornada, según su secretario general, Rafael Montero.
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