Un retrato piadoso
Icono de los agitados años treinta, actriz (y cantante) que supo hacer de la ambigüedad sexual y de la provocación sus armas favoritas; personaje que vivió casi a la luz pública sonados romances (el más famoso, con Jean Gabin), o tormentosas relaciones con quien la llevó a América, el director Josef von Sternberg; al mismo tiempo que seguía casada con su viejo amor, Rudolph Sieber, por quien sintió siempre una cálida admiración, Magdalena Dietrich, Marlene, vivió en realidad una existencia mucho más azarosa de lo que cuentan las historias del cine. Furibunda antifascista, su actitud hacia la jerarquía nazi le ocasionó, incluso ya acabada la Segunda Guerra Mundial, en la que fue activa propagandista de la causa aliada entre los soldados, más de un problema con sus paisanos.
MARLENE DIETRICH: SU PROPIA CANCIÓN
Dirección: J. David Riva. Intérpretes: Marlene Dietrich, Maria Riva, Guy Stern, Burt Bacharach, Beate Klarsfeld, Rosemary Clooney, Hildegard Kneff. Género: documental biográfico, EE UU / Alemania, 2001. Duración: 100 minutos.
Viene a recordarlo este piadoso documental firmado por su nieto, J. David Riva, que pasa en puntillas por los aspectos más polémicos de su biografía -su escondida bisexualidad- para centrarse en los aspectos, a la vez, más públicos -su actuación durante, y después, de la guerra, cuando llegó incluso a ser agente de la OSS, la primitiva CIA-, y más privados -su vida familiar- de la diva. El resultado es un filme un tanto fallido, aunque interesante. Fallido, porque predomina en exceso el deseo de hagiografía y, por el contrario, quien no sepa nada de su vida sólo tendrá un pálido reflejo de su irresistible impacto de masas, sobre todo en los años treinta. E interesante por cuanto exhuma imágenes de Dietrich jamás vistas, sobre todo en su faceta cotidiana, al tiempo que logra momentos de alta emotividad, algo no común en un documental biográfico.
Babelia
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