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Entrevista:LUIS ENJUANES | Virólogo | UNA NUEVA ENFERMEDAD

"Cabe esperar que la neumonía remita en dos semanas"

El virólogo Luis Enjuanes lleva 20 años trabajando con coronavirus, un tipo de agente infeccioso identificado en los afectados por la neumonía asiática. Estos días su laboratorio del Centro Nacional de Biotecnología, en Madrid, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, en el que trabaja junto a diez colaboradores, es un hervidero de llamadas, contactos e informaciones procedentes de China, de la OMS, de la Comisión Europea, de EE UU y del Instituto de Salud Carlos III (Ministerio de Sanidad), ya que este equipo de expertos, mundiales ha sido puesto en alerta para investigar la infección. La identificación del patógeno, su origen, las vías de transmisión y la posible influencia genética que explicaría la diferente incidencia entre individuos son cuestiones clave para los virólogos. Enjuanes explica que las próximas dos semanas serán decisivas en la determinación de la difusión de la enfermedad, pero que por la evolución del número de casos se espera decaerá pronto.

"Parece que este coronavirus no procede de ninguno otro ya conocido"
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Pregunta: ¿A qué se debe la dificultad de determinar claramente el patógeno de la neumonía asiática?

Respuesta: El patógeno que se considera en estos momentos causa principal de la enfermedad son los coronavirus. Ahora bien, la presencia del coronavirus no explica el distinto comportamiento de la enfermedad en distintas personas. Por eso se considera la posibilidad de que haya un segundo agente infectivo asociado. En algunos casos se han encontrado también otros virus, como los paramixovirus, y en determinadas zonas de China, las clamideas, unas bacterias. La hipótesis más extendida es que el coronavirus sólo hace todo el trabajo o prepara el terreno para un segundo patógeno, paramixovirus o las clamideas. Otra alternativa sería un factor genético de los individuos.

P. ¿Cómo pueden influir los genes?

R. Se ha visto que algunos individuos infectados son altísimos productores del coronavirus y sufren mayor mortalidad. En otros casos el infectado produce muy pocos virus y enseguida se recupera. Esta disparidad se podría explicar por un factor genético de los individuos que haga que tengan diferente susceptibilidad a la infección o que su respuesta inmunológica sea de distinta calidad. Esto es importante porque es mucho más peligrosa, desde el punto de vista de la difusión, la transmisión a través de un individuo al que la infección no causa una enfermedad grave, que no se hospitaliza, no se aísla, y distribuye el agente infeccioso por toda la población, representando un peligro para los demás.

P. ¿Qué es un coronavirus?

R. Son unos virus conocidos desde hace tiempo que tienen un ácido nucleico tipo ARN en lugar de ADN. Son los virus ARN con el genoma de mayor tamaño, unas 30.000 bases . Se llaman coronavirus por la forma de la envuelta exterior cuando se ven en un microscopio electrónico.

P. ¿Las infecciones por estos virus son corrientes?

R. Sí, lo más frecuente es que produzcan infecciones del tracto respiratorio o el entérico. En el hombre suelen producir resfriados durante el invierno, normalmente más suaves que las infecciones de la gripe. Pero en animales, los coronavirus producen otras patologías como hepatitis o alteraciones del sistema nervioso central.

P. ¿Este coronavirus se ha identificado en todos los casos de la neumonía asiática?

R. En la mayoría de los mismos. Aunque no hay una evidencia científica total, se considera que la probabilidad de que los coronavirus sean el agente causante de esta neumonía aguda y severa son superiores al 95%. En los pacientes analizados, o se ha identificado la presencia del coronavirus o se ha observado una producción importante de anticuerpos para este coronavirus. Para determinar definitivamente que es el responsable de la enfermedad, habría que administrárselo a animales experimentales, o a una persona y comprobar que produce la neumonía. La administración del virus a personas obviamente no se puede hacer, a no ser en voluntarios perfectamente informados.

P. ¿Qué se sabe de este coronavirus?

R. Su genoma ARN ha sido secuenciado en el laboratorio de Joe DeRissi, en California. No se ha publicado aún la secuencia completa pero si fragmentos de la misma y se ha comprobado que tiene elementos de coronavirus del ganado bovino, del ratón y sobre todo de las aves, en concreto del virus de la bronquitis infecciosa aviar, pero también tiene similitudes con coronavirus porcinos.

P. De dónde ha salido?

R. Los coronavirus conocidos hasta ahora se clasifican en tres grupos y el virus que se ha aislado en varios laboratorios de la OMS no parece que proceda de ninguno ya conocido, sino que es distinto a todos, por lo que se considera que debe clasificarse en un cuarto grupo. Parece que no es un virus resultante de recombinaciones de los preexistentes o de alguna mutación, si no que da la impresión de que venía evolucionando desde hace años de forma independiente.

P. ¿Cómo ha llegado a infectar humanos?

R. La infección ya venía desde noviembre pasado con casos puntuales, aunque la cosa se ha puesto sería a partir del 13 de marzo. Los primeros casos se han asociado a un pueblo de una zona de China donde existe la tradición de comer productos como cerebro de mono, serpientes, sopa de gato y ratas fritas y se sospecha que los primeros brotes pudieron ser debidos a la transmisión de uno de estos animales al hombre por ingestión o por manejo de la carne. En algunas zonas hay casos relacionados con cocineros y con vendedores de gambas.

P. Pero si el coronavirus se parece a los de aves...

R. Se ha podido producir la transmisión del virus desde las aves a estos animales y de ellos al hombre, o directamente al hombre. Todas las posibilidades están abiertas.

P. ¿Y la transmisión?

R. Probablemente la forma más frecuente es de persona a persona, por proximidad. En este caso el virus viaja en pequeñas burbujas que se producen al hablar o al estornudar y que son capaces de viajar hasta tres metros. Pero ésto no lo explica todo y no se descarta que se pueda transmitir por el aire, en partículas mucho más pequeñas con capacidad de viajar mucho más lejos, e incluso de propagarse por el aire acondicionado. También se considera que la transmisión por contacto juegue un papel importante.

P. ¿La epidemia tiene un patrón de difusión normal?

R. El cuadro que se está dando es completamente estándar. Hay otros agentes que producen normalmente neumonía, se diseminan de forma parecida y producen más mortalidad. La de la neumonía reciente es en general menor del 4%, una cifra no especialmente alta. Sin embargo, en Canadá es del 10%, no se sabe si es por la presencia de otro agente en este país o por el factor genético....

P. ¿Cómo cree que va a evolucionar?

R. El número de infectados va aumentando pero no de forma exponencial. Cabe esperar que dentro de un par de semanas bajará la infección de modo significativo y luego habrá algunos brotes porque se bajará la guardia. La información, los sistemas de diagnóstico en marcha, las medidas de aislamiento de los pacientes y un aumento de la higiene son fundamentales para controlar la epidemia. Lamentablemente, la gravedad de la situación se ocultó inicialmente en China, y aún se continúa proporcionando de una forma limitada, lo que no facilita el control de la epidemia.

P. ¿Cabe pensar en vacunas?

R. La tecnología ha mejorado notablemente y hoy es posible producir coronavirus sintéticos con una virulencia perfectamente controlada. Sería posible hacer una vacuna en poco tiempo, en uno o dos años, pero la comprobación de su seguridad y eficacia suele tardar más tiempo. En nuestro laboratorio estamos colaborando con científicos chinos y con el grupo de Pilar Pérez Breña, del Instituto Carlos III, responsable del diagnóstico molecular de los casos en España, para desarrollar pruebas de diagnóstico y una posible vacuna para este agente.

Luis Enjuanes, en el Centro Nacional de Biotecnología en Madrid.
Luis Enjuanes, en el Centro Nacional de Biotecnología en Madrid.JOAQUÍN AMESTOY

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