Graves tensiones en el PP de Gijón y Avilés en pleno cierre de las listas electorales

El PP asturiano vive graves tensiones internas en Gijón y Avilés, dos de las tres ciudades más importantes de la comunidad, en pleno cierre de sus candidaturas electorales a ambos Ayuntamientos, gobernados por el PSOE. La crisis de los populares en ambos municipios, aunque con factores específicos en cada caso, revela un enfrentamiento ya público entre la dirección regional, presidida por el senador Ovidio Sánchez -que será candidato por segunda vez consecutiva a la presidencia del Principado-, y el sector afín al ministro de Fomento, y hasta ahora verdadero dirigente en la sombra del PP asturiano, Francisco Álvarez-Cascos.

El enfrentamiento más virulento se está produciendo en la junta local de Gijón, el feudo histórico de Álvarez-Cascos. De los 9 concejales electos en 1999, sólo 3 llegarán al fin del mandato. El pasado febrero dimitió como presidente local y candidato a la alcaldía el senador Isidro Martínez Oblanca, y, acto seguido, también abandonaron sus cargos los tres últimos ediles de la tendencia casquista que permanecían en el grupo municipal.

La nueva presidenta local y candidata electoral, Pilar Fernández Pardo, que tiene el apoyo explícito de la dirección regional, ha suscitado el rechazo radical del sector afín a Álvarez-Cascos, que la acusa de haber impuesto una lista sin pactar y de falsificar actas de la junta local, lo que ella niega.

En Avilés, la tensión interna se acrecentó a raíz de la renuncia de dos candidatos sucesivos a encabezar la lista del PP al Ayuntamiento y de que la elaboración de la lista definitiva, cuyo primer puesto ocupará Manuel Peña -sin apenas experiencia política previa-, se haya hecho excluyendo a la práctica totalidad de los ediles actuales.