Oswaldo Payá anuncia que los disidentes de Cuba seguirán luchando

Miembros de la disidencia en Cuba anunciaron ayer la intención de continuar con su labor opositora, pese a las severas condenas de cárcel que los tribunales han impuesto a 75 de sus compañeros en juicios sumarísimos que opositores y diplomáticos han calificado de "farsa". "Vamos a seguir haciendo lo que estábamos haciendo, reclamando los derechos de todos y continuando la campaña por el Proyecto Varela", dijo Oswaldo Payá, del Movimiento Cristiano Liberación.

Hasta ayer, alrededor de 70 disidentes habían sido condenados a penas de entre 10 y 27 años de cárcel. Payá es el principal promotor del denominado Proyecto Varela, iniciativa opositora que reclama la realización de reformas constitucionales para propiciar una mayor apertura política y económica y la celebración de un referéndum sobre el cambio político en Cuba. Según Payá, 42 de los 75 disidentes juzgados estos días pertenecían al MCL o eran gestores del Proyecto Varela, que fue respaldado por 11.020 cubanos, cuyas firmas fueron entregadas al Parlamento el pasado mayo.

"Las condenas son descomunales, es que no tenía que haber habido condenas ni juicios", dijo Payá tras conocer las primeras sentencias contra miembros de su grupo: Efrén Fernández (12 años de cárcel, tres menos de los que pedía el fiscal); Regis Iglesias (18 años de cárcel), y Antonio Díaz Sánchez y Roberto Miranda (ambos a 20 años de prisión).

Recogida de firmas

Según el opositor, la principal diana de las autoridades en esta campaña contra la disidencia ha sido el Proyecto Varela debido a que había conseguido aglutinar a buena parte de la atomizada y dividida disidencia cubana y también porque "tomó dimensiones que no pensaron". "Lo ocurrido no nos va a atemorizar, vamos a continuar luchando y seguiremos recogiendo firmas", señaló Payá.

El periodista Raúl Rivero, de 57 años, fue condenado a 20 años de cárcel y penas similares recayeron sobre otra veintena de periodistas independientes juzgados la semana pasada. Las más elevadas penas de prisión de todos los disidentes condenados el lunes recayeron sobre el fotógrafo Omar Rodríguez Saludes, de La Habana, y el periodista Víctor Rolando Arroyo, de Pinar del Río, sancionados a 27 y 26 años.

La mayoría de los disidentes condenados fueron acusados de violar la Ley de Protección de la Independencia Nacional y la Economía de Cuba, que establece severas sanciones para aquellos que "apoyen, faciliten o colaboren con los propósitos de la ley Helms-Burton, el bloqueo, la guerra económica contra Cuba, la subversión y otras medidas similares encaminadas a menoscabar la independencia, integridad y soberanía del Estado cubano".

Espías infiltrados

Durante los juicios, al menos 12 personas que durante años simularon ser activistas de derechos humanos o disidentes se destaparon como agentes de la Seguridad del Estado y declararon sobre las "actividades conspirativas" del jefe de la Sección de Intereses de EE UU (SINA) en La Habana, James Cason. Al actuar como testigos de la acusación, los agentes infiltrados denunciaron que la SINA organizaba, financiaba y daba órdenes a los grupos de la disidencia para "subvertir el orden interno en Cuba", extremo que niegan los opositores.

El martes, en Miami, Cason negó haber dado "órdenes" a los disidentes y declaró que el Gobierno cubano "se está arriesgando a la ira internacional en sus esfuerzos por mantener su papel central", declaraciones que fueron interpretadas por un miembro del Partido Comunista, que habló a título personal, como "la mejor muestra de que la Administración de Bush está empleando a los disidentes como peones en su política de agresión hacia Cuba".

La ministra española de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, y su homólogo mexicano, Luis Ernesto Derbez, manifestaron ayer en una conferencia de prensa en Madrid su preocupación por las sentencias dictadas por los tribunales cubanos contra dirigentes de la oposición.