Tarancón se compromete a mantener el actual sistema del valenciano

"El Gobierno de la Generalitat garantiza que el valenciano mantendrá su estatus, porque la Consejería de Educación tiene la competencia en el horario lectivo y garantizamos que el valenciano no sufrirá ninguna modificación sobre el actual sistema educativo", afirmó ayer el consejero Manuel Tarancón, después de que la Acadèmia Valenciana de la Llengua reclamara al Consell un pronunciamiento en el que exigiera al Ministerio de Educación "una rectificación" de los decretos que desarrollan la LOCE.

La realidad, sin embargo, desmiente, al menos en parte, las bienintencionadas manifestaciones del consejero. La exigencia de la LOCE de impartir 5 horas de enseñanza de castellano es incompatible con el Programa de Inmersión Lingüística. De tal modo que o el consejero reclama la modificación de la ley, o la enseñanza del valenciano se resiente en su columna vertebral.

Más abierta queda la posibilidad de mantener el equilibrio de la enseñanza de ambos idiomas en el resto de programas. Pero para mantener la actual situación (4 horas de valenciano y otras tantas de castellano) y cumplir la LOCE, la consejería debería incrementar una hora la enseñanza del valenciano y otra la del castellano que deberían detraerse de otras asignaturas. Una hipótesis que, según el Sindicat dels Treballadors de l'Ensenyament (STEPV), crearía "un desequilibrio en la formación general" de los alumnos en favor de la lenguas y en contra de las materias científicas.

La otra posibilidad, mucho más perjudicial para el valenciano, consiste en reducir el horario lectivo del idioma de 4 horas a 2,5. Una alternativa que para este mismo sindicato convierte en "inviable el mantenimiento del Programa de Enseñanza en Valenciano". Pese a todo, Tarancón sostiene que el "Consell no permitirá la regresión del valenciano", apelando a que "tiene competencias transferidas en materia de educación".

La posición del consejero no encontró ninguna credibilidad entre los partidos, sindicatos y entidades cívicas que exigieron ayer al ministerio la "retirada inmediata de los decretos que desarrollan la LOCE" porque constituyen "una agresión a los derechos lingüísticos consagrados en la Constitución".

Acció Cultural dijo que Tarancón enlazaba con los más "centralistas" del PP y del Gobierno de Aznar que "han emprendido una espiral peligrosa hacia una estrategia españolista, ejemplo de la cual es este decreto", que supone "una ruptura del consenso político respecto a las lenguas propias adoptado en la transición".

El Bloc anunció "una campaña municipal de mociones de rechazo a la Ley de Calidad". Ramón Cardona, de Esquerra Unida, emplazó a "la consejería a protestar por los decretos", ya que "la única manera de garantizar el bilingüismo es continuar aplicando los programas de inmersión lingüística". Sindicatos y organizaciones en defensa del valenciano, así como la federación de padres hicieron una "llamada a las movilizaciones" para frenar "una ley regresiva".