La obra de 30 artistas desvela las raíces españolas de Esteban Vicente
La exposición que se inaugura hoy en el Museo de Arte Contemporáneo de Segovia, bajo el título de Luz entera, muestra las raíces españolas de Esteban Vicente y de varios de sus contemporáneos, entre 1918 y 1936, antes de que este artista, nacido en la localidad segoviana de Turégano, fijara su residencia definitiva en Nueva York.
Hasta el 13 de julio, las salas del museo reúnen 138 obras de 30 artistas, junto con documentación gráfica, a través de cuatro ejes geográficos: Madrid, Levante, París y Barcelona.
Junto a la pintura de Esteban Vicente, de quien este año se cumple el centenario de su nacimiento, y a la de su hermano Eduardo, hay trabajos de artistas coetáneos con los que estuvo en estrecho contacto, como Juan Bonafé, Francisco Bores, Salvador Dalí en sus años presurrealistas, Ángel Ferrant, Pedro Flores, Ramón Gaya, el polaco Wladyslaw Jahl, Soledad Martínez, y otros como Rafael Barradas, Gabriel García Maroto, Carlos Sáenz de Tejada o Francisco Santa Cruz, y del arte que se hacía en Barcelona en los años de la República.
El comisario de la muestra y director del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Juan Manuel Bonet, asegura que quiere mostrar a "Esteban Vicente antes de Esteban Vicente", sus raíces españolas, y la influencia de muchos de sus compañeros, con quien comparte afanes, aunque quizá la vinculación más estrecha fue con Francisco Bores, de quien hablaba con mucho cariño, al igual que de Bonafé o Flores. En esta etapa, el pintor segoviano maneja cierta luminosidad o un cromatismo de tipo mediterráneo que pervive a lo largo de toda su obra de madurez, según Bonet, quien matiza: "Dentro de lo abstracto, Esteban Vicente mantiene ese temblor de lo real y esa vibración luminosa".
Juan Ramón Jiménez
Además, en la muestra se subraya la relación de muchos de estos artistas, incluido Dalí -que luego rompería voluntariamente con Esteban Vicente-, con Juan Ramón Jiménez. De hecho, Bonet ha extraído el título de la exposición de una prosa de Juan Ramón Jiménez sobre Bores, una caricatura lírica, en la que habla de luz entera. Para el comisario, 1918 es simbólicamente el nacimiento del ultraísmo, un movimiento vanguardista dominante en el Madrid de entonces, con el que se relacionan Vázquez Díaz, Dalí, Bores y el polaco Wladyslaw Jahl.
La exposición arranca precisamente en la evocación del ultraísmo, con obras de Barradas, Dalí, Bores, Gabriel García Maroto y Vázquez Díaz. En el área del Levante se encuentra toda la obra del llamado núcleo murciano, al que se suman dos pintores relativamente olvidados de ese ámbito, Emilio Varela y Lorenzo Aguirre. París, adonde llegan Gaya, Garay y Flores, centra la tercera parte de la muestra. Y Barcelona, donde Esteban Vicente residió entre 1931 y 1936, concluye la exposición con obras de Emilio Grau Sala y Ángel Ferrant, entre otros.
Babelia
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