Identidades

Me parece preocupante que un partido que se llama republicano y de izquierdas (ERC) intente colarnos un Estatuto que empieza por explicar qué es el poble de Catalunya, y quién forma parte de ese poble, compuesto, al parecer, por las personas que asumen unos elementos de identidad compartidos, y otra serie de tradiciones y valores colectivos (EL PAÍS, 5 de abril).

La definición, además de etérea y muy poco práctica, me temo que, si llega a entrar en vigor, dividirá todavía más a nuestros conciudadanos en tres clases: los catalanes de primera -els catalans com cal, el rovell d'ou del país-; los de segunda, que no acaban de engalanarse del todo con la vestimenta identitaria adecuada -és que no volen integrar-se, o què cony passa?-; y los catalanes de tercera, o no-catalanes, que no pueden o no quieren asumir la dichosa identidad, o a los que, sencillamente, tant se'ls en fot!

Como alternativa a este proyecto, propongo un programa más sencillo, asumible por cualquier persona con independencia de su origen, que no es nuevo -lo inventaron unos señores franceses hace más de 200 años-, y que consiste, simplemente, en construir una comunidad de seres humanos fraternos, libres e iguales.