El alcalde afirma que el concierto contra la guerra carecía de permiso
El alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, salió ayer al paso de las críticas a raíz de las trabas puestas por el gobierno municipal a la realización del concierto contra la guerra celebrado el pasado domingo en la plaza de la Independencia, junto a la Puerta de Alcalá. Los organizadores, la plataforma Cultura contra la Guerra, denunciaron que el "boicoteo" del Ayuntamiento a ese acto obligó a reducir el tamaño del escenario a la mitad y colocarlo en una esquina de la plaza, junto a la puerta de entrada al parque del Retiro, en lugar de en la propia Puerta de Alcalá, como estaba previsto. Esto originó situaciones de peligro con empujones y parte de los asistentes aprisionados contra la valla del Retiro.
Pero ayer, el alcalde achacó esa situación a la forma en que los organizadores solicitaron el permiso para el acto y afirmó que el Ayuntamiento "fue muy generoso al permitir a Cultura contra la Guerra ubicar en la plaza de la Independencia un escenario para un concierto para el que no se había pedido autorización".
"No tienen razón ninguna [en las críticas]. El acto era una simple concentración con un estrado para dirigirse a la gente. Nadie habló de que iba a haber un concierto, para lo que hay que tener otros trámites distintos y había que pedirlo con tiempo y con forma", sentenció el regidor. El escrito,dirigido a la presidenta del distrito de Retiro, Dolores Navarro, comunicando la realización del acto se refiere a éste, efectivamente, como una "concentración en la plaza de la Independencia [Puerta de Alcalá]". Pero los organizadores solicitan "enganche de luz para el montaje del sonido, la instalación de vallas protectoras y, finalmente, autorización por escrito para el montaje de sonido y escenario en la Puerta de Alcalá".
Incalificables
Rosana Pastor, miembro de la plataforma Cultura contra la Guerra, consideró ayer las manifestaciones del alcalde como "incalificables". "Una vez más el PP está echando cortinas de humo. Que no hable [el alcalde] con eufemismos. No vamos a quedarnos en el detalle de si era una concentración o un concierto. Nosotros hablamos claramente de escenario y lo que pedimos fue la Puerta de Alcalá. No la otorgaron porque el PP no quería la foto de toda esa gente, casi 500.000 personas, ocupando la confluencia de las calles que dan a la Puerta de Alcalá", afirmó Rosana Pastor.
Inés Sabanés, portavoz municipal de IU, señaló por su parte que la actuación del gobierno municipal muestra la "voluntad de restricción de los actos contra la guerra". Y añadió: "Hemos pedido que la ciudad responda abiertamente y garantice la seguridad de los ciudadanos que van a manifestaciones, pero el alcalde no reconoce la excepcionalidad de la situación".
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