_
_
_
_
_

Familias de desaparecidos piden que la Iglesia retire las leyendas franquistas

Carlos E. Cué

Muchas iglesias de pueblos en toda España, incluso ciudades, mantienen en sus fachadas o laterales placas que con la leyenda "caídos por Dios y por España", enumeran los nombres de los habitantes de la zona que murieron combatiendo por el triunfo del golpe de Estado del general Francisco Franco. Siguen allí 64 años después del fin de la Guerra Civil, en ocasiones ya deteriorados por el paso del tiempo.

Pero sólo recuerdan a los muertos de un bando, el vencedor. Por eso la Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), que se afana en reabrir las fosas comunes de los republicanos asesinados, enterrados en cunetas y olvidados durante años, pide a la Iglesia española que retire las placas que quedan "para que se deje de agraviar y culpabilizar públicamente a las familias de las víctimas republicanas, que tienen un derecho a la dignidad incompatible" con su permanencia en los pueblos.

Este es el contenido de una carta enviada por esta asociación a los 65 obispos con diócesis españoles y al nuncio del Vaticano por esta asociación. La ARMH ya recibido más de 2.500 solicitudes de familias, republicanas en su práctica totalidad, que buscan a sus desaparecidos. De momento ya han recuperado más de cuarenta personas cuyas familias, según se destaca en la nota, han querido inhumarlas mediantes el rito católico, algo que demuestra su vinculación a la Iglesia. Esas mismas personas, en los pueblos, tienen que comprobar cada día cómo una placa honra en su iglesia a los caídos del otro bando, en ocasiones los propios asesinos de sus familiares.

La asociación cree que es el momento idóneo para cerrar la polémica sobre la posición de la Iglesia y de muchos religiosos durante la Guerra Civil y la posterior represión franquista. No sólo porque el pasado 20 de noviembre de 2002 el Congreso aprobó una declaración inédita de condena al franquismo, sino también por el clima social. Por eso creen imprescindible aprovechar la próxima visita del papa Juan Pablo II, el próximo 3 de mayo, no sólo para tomar la decisión general de retirar las placas -algunos obispos ya lo están haciendo- sino para llevar a cabo otras ideas simbólicas que se piden en la carta: que se lea un sermón en homenaje a las víctimas republicanas olvidadas durante todos estos años en todas las iglesias y que el Papa "haga un gesto simbólico para pedir perdón por la colaboración que tuvo la Iglesia con la dictadura franquista".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_