Vacaciones en el aire
La guerra contra Irak frena las reservas para Semana Santa y retrasa las del verano
Las reservas turísticas se retrasan este año más de lo deseable. La incertidumbre internacional retrae a los viajeros potenciales a la hora de cerrar sus viajes. Éste es el principal efecto del conflicto bélico en Irak que percibe el sector turístico, la primera industria nacional, con el 12% del producto interior bruto (PIB). "Las agencias reciben muchas consultas y visitas, pero pocas se están formalizando", asegura Félix Arévalo, presidente de Aedave, asociación que aglutina a las agencias de viajes.
A la guerra se le ha sumado en los últimos días la recomendación de no viajar a las zonas afectadas por la neumonía asiática, así como los secuestros de aviones y barcos en Cuba. "Ninguna de estas noticias es buena para el turismo", admite Juan Carlos Tomás, director de ventas de Halcón Viajes, una de las mayores agencias españolas. Este grupo percibe, no obstante, que más que cancelar, los clientes reconducen sus viajes hacia otras zonas que consideran fuera de peligro: el mercado nacional y destinos europeos clásicos, como Roma o Praga. En cambio, Turquía y Egipto, por ejemplo, sí que están paralizados.
Las reticencias a viajar se producen también hacia otras zonas aparentemente ajenas al conflicto bélico. Algunos viajeros han rechazado Marruecos como destino por "confusión" con respecto a la zona afectada por la guerra. Como anécdota, también se ha registrado alguna cancelación a Londres por participar el Reino Unido en la invasión a Irak, según aseguran en Halcón.
La impresión de esta empresa sobre el momento turístico coincide con la de gran parte de sus competidores. La asociación de mayoristas de agencias de viajes señala que las ciudades europeas más emblemáticas mantienen la demanda, mientras que las áreas del Mediterráneo oriental y del Extremo Oriente encabezan la lista de las más afectadas. "Esta zona, que ya de por sí se contrata tarde, este año va con mucho más retraso", señala Ruperto Donat, responsable de este colectivo. Donat destaca, sin embargo, un cierto repunte de las reservas para Semana Santa desde hace aproximadamente una semana.
Los hoteleros, que además de las agencias tienen otros clientes, perciben más la desocupación de algunas zonas, y no sólo en el extranjero. Zontur, la patronal que representa a los empresarios hoteleros de zonas turísticas, califica de "dispar" la campaña de Semana Santa. "En Canarias va bien, pero lleva una caída del 10% en la Costa del Sol, Benidorm y Cataluña. Donde peor va es en Baleares, con un descenso del 25%", destaca Ramón Escalella, secretario general de esta asociación. El mercado balear acusa especialmente la caída del turismo alemán, que este año atraviesa una fuerte crisis económica.
Valentín Ugalde, secretario general de la Federación Española de Hoteles, resta importancia a los movimientos del turismo extranjero en Semana Santa, ya que, a su juicio, este corto periodo vacacional no atrae demasiadas visitas de fuera. "Son días de vacaciones familiares, en los que se hacen recorridos cortos. Nosotros tenemos llenos los hoteles de ciudades como Cáceres o Salamanca", señala. Con esta tesis coincide el secretario general de Turismo, Germán Porras. Tampoco los españoles son muy proclives a salir al extranjero en Semana Santa. El porcentaje de viajeros que visitan otros países en estas fechas ronda entre el 7% y el 8% del total, según Félix Arévalo, de la asociación de agencias de viajes. Este año ese porcentaje será menor, vaticina Arévalo, que no precisa las cifras. Aunque casi todos los consultados reconocen que la campaña va peor de lo previsto, nadie se atreve, de momento, a hablar de números hasta que pase la Semana Santa y se pueda comparar con el año anterior.
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