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Reportaje:

Fusión en clave electoral

El Monte y San Fernando aceleran para presentar su proyecto de unión, pese a que su aprobación se postergará varios meses

Alejandro Bolaños

El presidente de Caja San Fernando, Alfredo Pérez Cano, acababa de explicar en la comisión ejecutiva de la entidad cómo iba el proyecto de fusión con la otra caja sevillana, El Monte. Uno de los consejeros inquirió sobre la veracidad de algunas informaciones que apuntaban a que se iba a "escenificar" un retraso del proceso por indicación de la Junta de Andalucía. Y entonces, saltó el alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín (PSOE), con un encendido discurso en el que afirmó que no estaba dispuesto a que nadie estropeara la fusión y amenazó con denunciar públicamente "al presidente del comité de empresa, al presidente de una caja, a la Junta" o a quien se interpusiese en el camino.

Los Consejos están en una fase legal que les llevará a iniciar en junio su renovación

Tres de la decena de asistentes que estaban presentes en aquella reunión, celebrada el viernes de la semana pasada, coinciden en señalar que las palabras del alcalde de Sevilla eran propias de un mitin electoral. Los consejeros se sorprendieron de un discurso que parecía inapropiado para el escaso público que lo oyó. Pero a las pocas horas, las palabras de Sánchez Monteseirín estaban en los medios de comunicación, en compañía de otras manifestaciones de Pérez Cano en las que se sacudía la presión con reproches a El Monte por el retraso en la unión. Los teletipos dieron fe a los pocos minutos de la réplica de la otra caja sevillana y la polémica sobre quién era el culpable de la demora ya estaba montada.

Pero, ¿hay retraso en la fusión?. Pérez Cano y el presidente de El Monte, José María Bueno Lidón, relanzaron en agosto la unión de las cajas sevillanas, tras el fracaso del intento abanderado en 2001 por los anteriores presidentes, Juan Manuel López Benjumea e Isidoro Beneroso, en abierto enfrentamiento con la Junta de Andalucía. El compromiso anunciado entonces por ambos presidentes era terminar el proyecto de fusión a finales de marzo, para su aprobación por los respectivos Consejos de Administración y Asamblea General. "López Benjumea y Beneroso sólo dejaron el acuerdo laboral y un nombre, el resto estaba por hacer", asegura un consejero de San Fernando. Se nombraron 11 comisiones técnicas para que profundizaran en distintos aspectos de la fusión. Los consejeros consultados coinciden en que cumplieron con los plazos previstos y entregaron en enero el resultado de sus trabajos. Quedaba entonces conjugar esos documentos en el proyecto definitivo, labor encomendada a una comisión coordinadora, de la que forman parte los presidentes, los vicepresidentes y los directores generales de ambas entidades.

"En este tiempo, no oí a ningún vocal nombrado por un partido u otro preguntar en los Consejos de Administración cómo iba la fusión", asegura un consejero elegido por los sindicatos. Pero, a mediados de marzo, el PP ofreció un pacto al PSOE para aprobar la fusión de modo inmediato y el secretario regional de los populares, Antonio Sanz, instó a convocar este mes Asambleas generales extraordinarias de ambas entidades para tal fin. "¿Cómo se puede proponer eso sin conocer el proyecto de fusión?", se pregunta otro consejero que representa a impositores.

La clave está en que los presidentes de las cajas han confirmado a sus consejeros de que apenas existen posibilidades de aprobar la fusión este año. Ambas entidades mantienen consultas jurídicas continuas con la Consejería de Economía sobre cómo afectará la obligatoria adaptación a la Ley Financiera (publicada en noviembre) a la unión. El Parlamento andaluz modificó a finales de 2002 la Ley andaluza de Cajas para adaptarla a la nueva norma estatal que exige dejar en el 50% la representación pública en las cajas. Unos ajustes que requieren un nuevo proceso electoral en las entidades andaluzas que no estará cerrado hasta diciembre.

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Es decir, los Consejos de Administración de El Monte y San Fernando están ya inmersos en una fase legal que les llevará a empezar su renovación en apenas dos meses, una circunstancia que complica jurídicamente aprobar la fusión. Cuando se aprobó la modificación normativa, el portavoz del Grupo Socialista en el Parlamento, José Caballos, ya auguró que la unión tendría que esperar para ser aprobada hasta febrero de 2004.

Todo esto se sabía, pero el PP apuesta a la desmemoria y se rasga las vestiduras por una fusión que se retrasará "una vez más", de lo que acusa a la Junta por su adaptación legal. Un mensaje grueso, pero al que el PSOE, con las elecciones municipales al caer, quiere reaccionar con contundencia para hacer ver que la fusíon "está resuelta políticamente". Una fuente del PSOE sevillano asegura que en los próximos días habrá una demostración del avance: el guión marca una conferencia de prensa en la que se dé por terminado el proyecto de fusión, con apenas un mes de retraso sobre la fecha propuesta y se posponga su aprobación por imperativo legal. Un acto en el que no faltará el futuro nombre comercial de la entidad, pero en el que la presencia de los dos asuntos más conflictivos ( el nuevo acuerdo laboral y el organigrama en el que se fundirán los equipos directivos de las cajas) no está garantizada.

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