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GUERRA EN IRAK | La participación española

El embajador sirio tacha de "engaño" que se hable de paz para Palestina

Mohsen Bilal "respeta" la posición del Gobierno español porque es "soberano"

"Estamos ante un nuevo engaño, pero la segunda vez no pasa, y no pasará". Éste es el comentario tajante con el que el embajador de Siria en España, Mohsen Bilal, zanjó ayer cualquier discusión sobre si la actual guerra contra Irak puede servir para que cobren nuevo impulso las fenecidas negociaciones de paz entre palestinos e israelíes, como promueven Reino Unido y España.

Bilal, que condenó el ataque contra Irak como "una guerra de agresión ilegal, inmoral y sucia", evitó, sin embargo, cualquier roce con la posición del Gobierno español en este tema. "España es un país soberano, y respetamos sus puntos de vista", aseguró este diplomático acreditado en Madrid, tras afirmar que, durante todo el primer semestre del año pasado, España fue "la máxima promotora de la paz en Oriente Próximo" desde la presidencia de la Unión Europea. "Seguiremos con la relación de amistad", añadió, aunque reconoció que no sabe si la ministra de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, viajará finalmente a Damasco como anunció hace una semana. Fue antes de que el secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, acusara a Siria de complicidad con Sadam Husein.

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La comparecencia del representante sirio en la Universidad de Castilla-La Mancha estuvo marcada ayer precisamente por esas acusaciones, que el diario Abc resumió esa misma mañana en un artículo firmado por Powell. El acto organizado por el centro académico de Albacete preveía la asistencia, junto a Bilal, de los embajadores de Líbano, Jordania, Sudán, Chipre, Suráfrica, y de Nabil Maruf, representante en Madrid de la Autoridad Nacional Palestina. A las ocho de la mañana de ayer, todos habían confirmado que participarían. Pero menos de una hora más tarde, después de que Bilal comentara en la Cadena SER la carta de Powell, empezaron a llegar las excusas.

"Los embajadores también somos soberanos para organizar nuestro trabajo como nos parece. Para mí ha sido prioritario estar aquí, y no juzgo a los demás", dijo, diplomático, el sirio, que se encontró la Universidad de Castilla-La Mancha sin más compañía que la del encargado de negocios sudanés, Abdalla Ahmed Hassam Salim. El propio Bilal informó de que la embajadora de Chipre sufrió una intervención quirúrgica menor el miércoles. De los demás, sólo consta que el delegado palestino fue convocado de urgencia en la mañana de ayer por una autoridad española.

El embajador sirio dijo en Albacete que las acusaciones de Powell son "una provocación y un chantaje a Siria, porque no aprueba esta guerra agresiva contra un pueblo que es hermano y vecino". También aseguró que se trata de "acusaciones sin raíces ni fundamento, ya que Siria está en guerra contra el terrorismo desde los años setenta y ochenta", cuando el anterior presidente, Hafed el Asad, propuso "una conferencia específica de la ONU para definir ese fenómeno y adoptar medidas". Siria no considera terroristas las actividades de grupos radicales palestinos a los que apoya.

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En cuanto a las perspectivas que la guerra actual abre para Oriente Próximo, el representante de Damasco constató que, doce años después de la Conferencia de Madrid, convocada tras la Guerra del Golfo, "el Gobierno de extrema derecha del Likud, dirigido por Ariel Sharon, mata diariamente a palestinos, destruye sus casas, practica el asesinato selectivo de los líderes y viola tanto las premisas del Consejo de Seguridad de la ONU, como las de Bush padre y todos los valores de la convivencia mundial". En ese contexto, añadió: "En 1991, también se habló de paz. Hoy, hay más destrucción, más sangre y más humillación que nunca. Estamos ante un nuevo engaño, pero la segunda vez no pasa, y no pasará".

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