Les queda la calumnia

"Soy el Rey Supremo, el Sol, el que proyecta la luz sobre el país de Summer y Akkad, el que se hace obedecer en las cuatro regiones del mundo" (Código de Hammurabi: Siglo XVIII a. de C.). Cuatro mil años después, llueven las bombas "aliadas" sobre estas tierras: Tigris y Eúfrates, Basora y Bagdad. Miles de personas inocentes mueren. Otros muchos ven destrozados sus bienes, sus vidas, sus familias. El Sol reside ahora, cuatro mil años después, en la Casa Blanca, muy lejos de allí.

Dijeron que esta guerra se hacía por la paz y la seguridad en el mundo, para acabar con el terrorismo. Mintieron. Todos lo sabemos: guerra imperialista y colonial para controlar Oriente Medio (31% de la producción y 66% de las reservas de petróleo en el mundo). Ya se están repartiendo los primeros despojos, el sucio botín de guerra. Al consorcio que dirigía Cheney antes de ser vicepresidente, 5.000 millones de dólares para apagar incendios en pozos de petróleo: así ganarán como bomberos lo que han iniciado como pirómanos. Al General Garner, presidente en excedencia de una empresa de alta tecnología en misiles, la "Oficina para la Reconstrucción y Ayuda Humanitaria". Negocios para reconstruir lo que previamente se ha destruido. Dinero, mucho dinero. Todos lo sabemos: guerra de rapiña. Hasta 30 billones de pesetas, según revistas especializadas, en gastos militares para la "Operación Libertad para Irak". Toneladas de dinero: despilfarro indecente.

"Participaremos en la reconstrucción" se apresura a decir en ABC Aznar, el pequeño satélite del Sol cuyo hermano, el Gobernador de Florida, ya prometió "grandes compensaciones", después de nombrarlo Presidente de la III República. Puede que nuestro megalómano Ciclón de las Azores, esté ya repartiendo las migajas del sucio botín de guerra. ¿Le ayudará en tan ética e ímproba tarea el vicepresidente económico que se enteró por los periódicos de lo que se llevaron en Gescartera y que privatizó empresas por valor de 4 billones de pesetas después de colocar al frente de ellas a los amigos del PP? ¿Qué empresas españolas engordarán sus beneficios con tan sucio dinero? Antes o después todos lo sabremos: la democracia los señalará con el dedo.

Veamos. Terroristas detenidos en Barcelona "dispuestos a atacar con sustancias que podrían causar miles de muertos", en libertad tras comprobar que sólo tenían detergente; España está en la guerra para "luchar contra el terrorismo", sin probar vínculos entre Al Qaeda, ETA y Bagdad; flotillas españolas "en misión humanitaria", para las tropas norteamericanas; es una guerra para "acabar con un régimen tiránico que asesina y tortura", cuando el Gobierno rechazó hasta el 2001 el 99% de las peticiones de asilo iraquíes; "esta no es una guerra nueva sino la misma que se inició en 1991", cuando se hizo con respaldo de la ONU y de los países árabes para liberar Kuwait de una invasión ilegal.

Mintieron hasta la náusea.

Demasiadas mentiras, toneladas de mentiras. Y la gente, que no es tonta, no los creyó. Inútil la campaña de manipulación; los cambios de programación en TVE; el "tongo" de las entrevistas a Aznar; la censura a los periodistas denunciada por los sindicatos. La "Brunete mediática" del PP perdió esta vez la guerra informativa antes de que la primera bomba cayera sobre Irak. Nadie les creyó y llegaron las protestas y la indignación y la rabia. Por eso las movilizaciones, espontáneas en su mayoría, han sido masivas. Pacíficas, salvo contadísimas excepciones. Y, ante esta enorme marea ciudadana, en lugar de dar marcha atrás y sacar a España del conflicto, el autismo político y la soberbia y la prepotencia como única respuesta.

La democracia debe evitar actos vandálicos, que todos rechazamos rotundamente. La libertad de expresión, incluida la de los partidarios de esta guerra, debe garantizarse. Tienen las fuerzas de seguridad para detener a los agresores y los tribunales para denunciarlos. Tienen, también, que garantizar el derecho a manifestarse. ¿Por qué denuncia el SUP que no se detiene a los provocadores? ¿Por qué no se cortan los desmanes de algunos policías que golpean salvajemente y sin justificación a ciudadanos indefensos?

Con falsos debates sobre la libertad de expresión, el PP nos acusa a las organizaciones y personalidades que estamos contra esta guerra, de "estar detrás" de una "campaña organizada" para "agredir y coaccionar" a los dirigentes del PP y "asaltar" sus sedes.

Ya sólo les queda la calumnia.

José Caballos es portavoz del PSOE en el Parlamento de Andalucía.