Los dueños del caserío incendiado se querellarán contra el Ayuntamiento de San Sebastián por "negligencia"

La familia propietaria del caserío Unanue-Zar de San Sebastián, arrasado el pasado martes por el fuego, anunció ayer que emprenderá acciones judiciales para exigir responsabilidades por la "deficiente" actuación del Cuerpo de Bomberos durante el incendio del edificio, que data del siglo XIII. El abogado de la familia, Artemio Zarco, confirmó que la próxima semana presentará una querella por "un delito de daños por negligencia". En la denuncia "no se determinarán las personas directamente inculpadas", aunque admitió que "algún responsable del Ayuntamiento de San Sebastián y de los Bomberos tendrá que responder [de los hechos] cuando el juzgado inicie las diligencias".

La denuncia se fundamentará, dijo Zarco, en el "deficiente estado de los hidrantes" del polígono industrial Belartza, al que acudieron los bomberos, dependientes del consistorio, tras quedarse sin agua cuando tenían casi controlado el fuego. "Del mal funcionamiento de este servicio municipal deberá hacerse cargo el Ayuntamiento", sostuvo el letrado.

"En las diligencias se decidirá si resulta inculpado el concejal responsable del servicio correspondiente o el jefe de los bomberos", agregó.

La familia Olaizola Yurrita reiteró que los bomberos necesitaron "una hora y cuarto" para conseguir agua. Esta tardanza fue clave en la destrucción del inmueble, según Arantza Lizeaga, sobrina de los dueños, quien aseguró que la familia tiene "pruebas y testigos" de la "descoordinación y la falta de medios" de los bomberos. El responsable del cuerpo, Javier Bayona, afirmó el día del siniestro que su actuación se interrumpió durante un periodo "inferior a media hora que no fue determinante en el resultado final".

Lizeaga mostró su decepción por que "ningún responsable del Ayuntamiento" haya contactado con la familia. En nombre de los 29 miembros de la familia, recordó que reconstruirán el Unanue-Zar, declarado "siniestro total" tras perder su principal valor, la estructura interior de madera de estilo gótico (siglo XVI). Apostilló que valorar las pérdidas en 1,2 millones fue "precipitado" y "no tiene validez".