Comienza el rescate de las víctimas del alud de Bolivia

La tarea de rescate de las víctimas del alud de tierra que el lunes cayó sobre un campamento minero del norte de Bolivia aparecía ayer como titánica, ya que ha de removerse un cúmulo de cinco a siete metros de altura de lama, un cieno pegajoso, que cayó sobre la zona comercial de Chima, según informó el asesor administrativo de la alcaldía de la cercana localidad de Tipuani, Raúl Rojas. El funcionario, que estuvo en las últimas horas en Chima, dijo que una pala mecánica y una excavadora han comenzado la difícil retirada del cieno para llegar al lugar donde posiblemente se encuentran atrapados los cuerpos de un número no determinado de personas.

Un grupo de 60 soldados y oficiales de un batallón de ingeniería, 25 bomberos de La Paz, una veintena de efectivos de la Fuerza Aérea y personal del Gobierno provincial se sumaron a los supervivientes y vecinos de Tipuani y Guanay que, desde el lunes pasado, intentan el rescate de cuerpos. Chima, un campamento minero dedicado a la extracción de oro, tenía una población de poco más de 2.000 habitantes, de acuerdo al último censo. La cifra, sin embargo, se incrementó debido a la población flotante que llegó tras conocerse que había aparecido nuevamente el oro.

Rojas explicó que los trabajos de extracción de oro se cumplen en tres turnos. "Los que terminaron la jornada alrededor de las ocho de la mañana estaban en los locales de comida, tomando desayuno o comprando en las pequeñas tiendas de la calle principal", cuando se produjo el desmoronamiento de casi la mitad del cerro. Rojas logró elaborar una lista de 367 personas que perdieron sus casas y bienes pero salvaron la vida. "No queremos decir otras cifras de desaparecidos hasta no acabar con este censo que hemos empezado", dijo el funcionario municipal.

El corrimiento de tierras ha llegado hasta el mismo lecho del río Tipuani, formando un dique que, de llenarse, causaría el desbordamiento de las aguas sobre el mismo campamento. "Estamos rogando que no llueva más", dijo Rojas, quien confirmó que las lluvias amainaron y las masas de aire húmedo han comenzado a despejarse en las últimas horas.